Somos no logró sacar adelante en el pleno de ayer la moción en la que pedía la realización de una auditoría para examinar si el Ayuntamiento de Siero procedió de forma adecuada en la gestión de las plusvalías del polígono de Bobes. El Consistorio se vio obligado por orden judicial, con posterioridad, a devolver más de dos millones de euros a decenas de expropiados debido a la prescripción del pago del impuesto. La edil Ana Ballester explicó que piden que se estudie el período entre 2009 y 2017 "para determinar si hubo menoscabo para las arcas municipales y pedir que se depuren responsabilidades".

Este asunto deriva del mandato anterior, con Eduardo Martínez Llosa como alcalde y ahora portavoz de Foro. Aseguró que se limitaron a "seguir los informes técnicos", por lo que su grupo votó en contra de la moción, al igual que el PSOE. El regidor, Ángel García, argumentó que, una vez leídos los expedientes, no duda de la actuación realizada por el anterior equipo de gobierno."Es un expediente tremendamente complejo", resaltó el regidor, que añadió que respeta "profundamente la posición que adoptó".

En palabras de su portavoz, Edgar Cosío, IU también hubiera querido "comprobar si hubo negligencia en la gestión", por lo que, al igual que el PP, estaba "a favor de que audite". Pero se quedó en mera intención.

Ciudadanos sí consiguió aprobar la moción en la que pide que el Ayuntamiento informe a sus vecinos para facilitar el derecho a voto a los europeos en las elecciones municipales y europeas.

La corporación apoyó por unanimidad el manifiesto del Consejo Municipal de la Mujer de Siero contra la violencia de género. Intervinieron en el pleno y tomaron la palabra dos mujeres, Ángeles Prada y Mercedes del Fierro.

Además, aprobaron la nueva ordenanza municipal para la instalación de antenas, repetidores y estaciones base de telefonía móvil adaptada a la ley.