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La caza, pilar de la hostelería de Grado: "Si no fuera por ellos, tendríamos que cerrar"

De izquierda a derecha: Pamela Rubio, Samuel González, Luis Miguel García, Juan Luis Fuentes, Benjamín González, Guillén Fernández, Jorge Arias, José Rubio, Alfredo González, Nacho Valdés, César González, Joaquín Suárez, Samuel González y Jesús López.

Son sólo unos meses, pero para los negocios hosteleros beneficiados son la ganancia del año. Los cazadores generan un gasto importante durante la temporada en algunos bares y restaurantes de Grado, donde tienen parada fija, como es el caso de "El Bailache", en Alcubiella. "Son los principales ingresos que tenemos, de septiembre a febrero, luego va todo abajo hasta que llega el buen tiempo y empieza la temporada de sidras en el merendero, pero si no fuera por la caza tendríamos que cerrar", afirma Belén Suárez, propietaria del restaurante.

Todos los fines de semana, y a veces también por semana, reciben a cuatro o cinco peñas que paran con asiduidad y que suponen alrededor de cien comidas o cenas al día, dependiendo de la hora a la que cacen los jabalíes. "Entre ochenta y cien personas tranquilamente, aunque depende del fin de semana", detalla la hostelera. Y el gasto no es sólo en comida. Antes de ir al monte, hacen parada a desayunar y, de la que vuelven, la comida o cena se alarga con copas y la partida. "Son muy buenos clientes".

"Nada más salir echamos gasolina", comenta Nacho Valdés. Y siempre lo hacen en Grado. "Luego en la panadería compramos para hacer los bocatas en el monte", añade Pamela Rubio. Ambos son cazadores de la peña "Cangas" y señalan que por temporada gastan entre 2.000 y 3.000 euros de media por cabeza. "Luego está el gasto en la ropa, en la armería, la comida de los perros o los veterinarios... y lo gastamos todo en Grado", afirma Rubio.

También los miembros de la peña "La Mina" caen por Alcubiella cada fin de semana: "La caza genera perras todos los días, es el segundo deporte que más genera en España", comentó Balbino García. Si bien, precisamente por el elevado coste que tiene el deporte, considera que cada vez hay menos aficionados jóvenes: "no hay relevo porque los jóvenes no manejan". Aunque en la peña aún tienen cantera. Uno de sus miembros más jóvenes, Borja García, no falla ningún día y hace parada en varios bares de la villa moscona de la que llega desde El Pontigón (Valdés) antes de salir a cazar. "Unas paradinas", comenta.

También José Rubio García, de la peña "Cangas" y presidente de la asociación de cazadores de Grado, cree que son un activo para la hostelería y el comercio: "Hacemos muy buen gasto en tiempo de caza, pero fuera de temporada seguimos quedando para comer o cenar, seguimos haciendo gasto", concluye.

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