Una multitud se agolpaba ayer a las 11 de la mañana junto a la iglesia de Posada de Llanera. Eran las más de 200 personas, en su mayoría familias, que caminaron desde allí hasta Lugo de Llanera por una buena causa, apoyar la labor de Cáritas en ambas localidades a través de donativos voluntarios y anónimos. "Es un domingo diferente y una manera de colaborar con la gente que más lo necesita", destacaba Eva García en la salida del recorrido junto a sus familiares.

"En las eucaristías y en las catequesis enseñamos sobre la solidaridad. Esto es una especie de proyecto final, en el que buscamos mostrarles sobre todo a los niños cómo ayudar de una manera distinta. Además, coincide con la unión de las pastorales de Posada y Lugo de Llanera", explica Alicia Alconada, una de las coordinadoras de catequesis.

Precisamente, esa fue la razón por la que se escogió este recorrido, ya que en anteriores ocasiones tomaban dirección San Cucao. En este nuevo camino quiso acompañarles la Asociación de Discapacitados Físicos "Llanera sin Barreras", que además colabora en el evento.

"Lo organizamos mano a mano con 'Llanera sin Barreras', apoyando y aplaudiendo todas las iniciativas que están llevando a cabo por la semana de la diversidad funcional", comenta el párroco in solidum de Posada de Llanera, José Antonio Bande.

Entre los presentes, muchos niños, algunos incluso habían arrastrado a sus familias al evento. "Es la primera vez que vengo, las niñas quisieron, y bueno, nada malo les va a hacer", bromea Ana Aurora Díaz, que con su hija y una amiga de esta lucían perfectamente conjuntadas con sendas sudaderas de la Asociación Llanerense de Rugby. "Precisamente luego vamos a ver el partido de mi hijo mayor. De la que acabemos de caminar", relata Díaz, que además tiene una pequeña empresa de transporte "en la que repartimos LA NUEVA ESPAÑA".

Entre charlas y risas, los participantes recorrieron los poco más de tres kilómetros que separan ambas localidades del concejo de Llanera. A su llegada a Lugo les esperaba una misa cantada por Mari Luz Cristóbal Caunedo y acompañada a la gaita por Llorián Fernández. Al terminar, hubo varias actuaciones de coros de diversas entidades. En concreto, el de discapacitados físicos de Avilés y comarca, el de la Asociación Parkinson Asturias y el de la Escuela de Música de Corvera.