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Navidad especial en Valdediós

"Son días de fraternidad preciosos", dicen las Samaritanas, que se preparan para celebrar intensamente las fiestas

La hermana Marta María de Jesús, embolsando galletas saladas. M.M.

Las monjas Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús viven con gran intensidad la Navidad, que preparan con todo detalle. Para las religiosas que habitan el monasterio de Valdediós (Villaviciosa) son fechas muy especiales, porque conmemoran el nacimiento de Cristo, a cuyo amor viven entregadas. Además, durante estas fechas incrementan las ventas de dulces. Aunque no elaboran turrones o mazapanes, su gran variedad de galletas tiene más demanda. Las que tienen forma de estrella y corazón triunfan en esta época del año, por lo que están trabajando intensamente. Las saladas con sabor a queso son otras de las más vendidas.

La hermana Marina de la Madre de Dios explica que ahora les piden mucho las de naranja con forma de estrella, que son novedad. También tienen éxito los calendarios, con fotos de las religiosas y reflexiones espirituales.

Este año celebrarán de forma más especial la Navidad porque se reunirán en Valdediós todas las monjas de la comunidad, que están repartidas, además de en el cenobio maliayés, en Viana de Cega (Valladolid) y Arrate, en Eibar (País Vasco). Pueden presumir de abrir los brazos a nuevas religiosas, cuando la mayoría de las órdenes pierden vocaciones. Ahora son 37 y creen que van a seguir creciendo, apunta la madre Pilar del Corazón de Jesús.

Son unos "días de fraternidad preciosos". Así son las Navidades para ellas. El día 24, en Nochebuena, a las seis de la mañana, interrumpen el silencio con instrumentos musicales, sin hablar, y recorren el monasterio bailando y brincando porque es la "señal de que Jesucristo vive". Por la tarde, la priora, con la Virgen, y subpriora, con San José, recorren las celdas de las monjas para que encuentren el recibimiento que no tuvieron cuando llegaron a Belén. Ellas sí les dan posada y por eso arreglan con esmero su celda. "Es muy bonito", sostienen la madre Pilar y la hermana Marina.

La misa del Gallo, en la medianoche, es otro momento clave para ellas. "Después no reunimos en torno al belén, cantando y bailando hasta la madrugada", explican, porque "la Navidad es una fiesta muy importante en el Carmelo" y en Valdediós lo celebran con alegría. El montaje del belén es muy esperado porque las hermanas trabajan en común y cada una se encarga de aquello para lo que tiene mayor destreza. Comparten sus testimonios para conocer cómo lo están viviendo.

En Nochevieja, su fiesta consiste en reunirse en la capilla con Jesús, "pidiéndole perdón y dando gracias por un año más". Es un acto abierto al público y "muy bonito", así como "especial". El día de Reyes lo celebran por todo lo alto y escriben cartas a los Magos de Oriente. La madre Pilar indica que las monjas piden lo que necesitan, desde una escoba a un recogedor o una chaqueta. "Estamos muy felices en Asturias y en Valdediós. Nuestra intención es seguir aquí", concluye la madre.

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