En Villaviciosa ya es Navidad. Ayer se inauguró la IV Ruta de los Belenes, en la que se pueden visitar el de la Oliva, en la Fundación José Cardín Fernández, obra del maliayés Nicolás Rodríguez, que un año más logra sorprender al visitante con su maestría en su representación del nacimiento de Jesús, según la tradición cristiana, con una obra que resulta espectacular. El público puede contemplar los efectos naturales como el día, la noche, el alba o el crepúsculo, y también otros artificiales como hogueras, antorchas y luces en las casas.

La novedad de esta edición es que en este mismo enclave se puede contemplar otro, de menor tamaño y pensando más en los niños, con figuras articuladas. El artífice también es Nicolás Rodríguez, considerado uno de los belenistas más importantes, afamados y reconocidos de Asturias.

La siguiente parada en esta ruta es en la Casa de los Hevia, donde se exhiben un belén hebreo y otro infantil, con figuras de "Playmobil". El tercer enclave para contemplar la representación de la Navidad es la iglesia del monasterio de las Clarisas, pues las religiosas configuran cada año un belén que es otro de los clásicos en esta época. El cuarto de los nacimientos que se pueden visitar en el casco urbano de Villaviciosa es el parroquial, con detalles cuidadaos con mimo.

Este año se sorteará una cesta de dulces de las monjas clarisas. Para participar hay que completar el recorrido y sellar el boleto en las 4 sedes. En cada una de ellas habrá una urna para depositar las tarjetas. El ganador se conocerá el 5 de enero.

Esta IV Ruta de los Belenes es "una oferta cultural de primer orden en Asturias", destacó el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, que también subrayó la importancia de que en este proyecto trabajen en colaboración el Ayuntamiento, la parroquia y la Fundación José Cardín Fernández. La coordinadora de esta institución, Enrique de Valdés, apuntó que "es un orgullo que uno de los mejores belenistas de Asturias confíe en la Fundación para instalar su belén". El párroco, Jorge Cabal, señaló que "la fe cristiana crea cultura cuando se vive con intensidad y transciende", como es el caso de la tradición de los belenes.