La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mosconas "alucinadas" con el cometa

"Tenía la forma de una botella y era enorme", describen Ana Fernández y Geli Fidalgo, felices por disfrutar de la lluvia de estrellas al pasear por el Cubia

Ana Fernández y Geli Fidalgo en el paseo del río Martín, en su caminata del pasado jueves. S. ARIAS

Unas privilegiadas. Así se sienten Ana Fernández y Geli Fidalgo, vecinas de Grado que el pasado martes disfrutaron del paso del cometa 48P Wirtanen que dejó sorprendidos a los asturianos. Como cada tarde, daban su caminata por el paseo del río Cubia cuando, de pronto, una luz enorme en el cielo las dejó sin palabras. "Las dos miramos para arriba y no hablamos nada, nos quedamos alucinadas y seguimos viéndolo", explica Fernández.

Describen el fenómeno como una luz blanca, muy grande con forma alargada, que apareció por el oeste y desapareció por el este, en concreto, dejaron de verlo a la altura de la plantación de manzanos de La Mata. "Tenía la forma como de botella y era enorme, no como un avión que ves un puntito rojo pequeño que va lento, esto iba a mucha velocidad y se veía como si fuese por encima de los tejados de los edificios de grande que era", comenta Fidalgo.

Ante el desconcierto, Fernández miró hacia adelante y hacia atrás para ver si alguien más estaba viendo lo mismo que ellas pero no había nadie. Así es que se quedaron en silencio durante los segundos que duró el fenómeno.

Pero sin duda, el momento más especial fue cuando lo perdieron de vista y se rompió en varios colores en el cielo: "De repente fue como que estalló, aunque no hizo ruido ninguno y tenía verde, amarillo y no sabemos si naranja o rojo, era una cosa preciosa que no podías dejar de mirar", asegura Fernández. "No vi nada igual en mi vida, era muy guapo", añade la amiga.

Disfrutaron al máximo los pocos segundos que duró porque no les dio tiempo ni a decir una palabra, "ni nos hubiera dado tiempo a sacar el móvil de la mochila", dicen. Y al desaparecer el fenómeno en el firmamento moscón, por alguna razón, ambas se abrazaron. "Fue tanta la intensidad y la alegría que sentimos que nos cogimos de las manos y nos abrazamos, estábamos felices y hasta pedimos un deseo", recuerda entre risas Fernández. Y, por si acaso, se compraron unos boletos de lotería con el número 4 por la fecha del mes.

Al volver a casa, opiniones para todos los gustos. "Mi hijo me decía que lo que viera era un avión, pero de eso nada, yo tenía claro que era otra cosa", reconoce Fernández, aliviada con las explicaciones científicas que ofrecieron los expertos sobre el curioso fenómeno celeste que se vio con mucha intensidad también en Gijón.

Lo que vieron las amigas mosconas fue nada más y nada menos que el cometa 48P Wirtanen, que volverá a ser visible el día 15 de diciembre, o bien restos de lluvia de estrellas generadas por el paso del cometa, tal y como explicó a LA NUEVA ESPAÑA Javier de Cos, catedrático de la Universidad de Oviedo y miembro del grupo de investigación de Modelización Matemática Aplicada (MoMa). Según detalló, se trata de un fenómeno muy común pero muy vistoso que se produce por los pequeños fragmentos de polvo que desprende el cometa en su desplazamiento y que producen la lluvia de estrellas asociadas a los cometas.

Para la pareja de amigas mosconas ha sido una de las mejores experiencias que han tenido por la belleza del fenómeno y la sorpresa. Ahora, ya se preparan para el día 15 con la ilusión de volver a ver el cometa 48P Wirtanen. También, un nuevo boleto de lotería, pero esta vez, con el número 15. Con todo están felices. "Es algo que nos quedará en la retina para siempre", afirman.

Compartir el artículo

stats