El colegio de educación infantil Peña Careses, de Pola de Siero, siempre ha tenido a gala su vocación de innovar, y este curso ha dado otro paso para demostrar que predica con el ejemplo: el desarrollo de un ambicioso proyecto cuyo objetivo último es promover la equidad e igualdad. "La diversidad nos enriquece" es un lema que hace suyo la directora del centro, Rosa Sánchez Con, ya que "tanto etnias distintas como las diferentes capacidades psíquicas o físicas ofrecen sus posibilidades, y la educación está para salvar barreras".
El proyecto tiene como objetivo el desarrollo integral del niño, y para eso se busca desde el contacto de primera mano con la naturaleza hasta el trabajo con la tecnología más avanzada. Y en los dos polos de esta enseñanza están los huertos escolares y los rincones tecnológicos.
En los huertos, los alumnos asisten al ciclo agrícola completo. Remueven la tierra, plantan semillas, cosechan los productos y elaboran platos con ellos. Y para ello reutilizan materiales como botas de agua, palets o botes. En el huerto se han dado berenjenas, calabacines, cebollas, pimientos , lechugas, fresas y plantas como melisa, hierbabuena o albahaca.
Y por otra parte, el rincón tecnológico enseña a los niños a trabajar con tablets y ordenadores que se suman a la pizarra digital, donde en grupos reducidos practican con juegos educativos, dibujan, pintan y se familiarizan con todas estas herramientas.
Solo la tecnología no basta, porque los niños tienen que usar las manos y desarrollar sus habilidades motrices. Solo el aula tecnológica no sería eficaz para el desarrollo integral de los alumnos. De ahí que el proyecto abarque tantos ámbitos. "Lo que buscamos es abarcar todas las capacidades de los alumnos", señala la directora. Con esta educación tan amplia, los alumnos experimentan mucho y desarrollan su potencial mejor que si trabajasen una sola faceta. El proyecto, que consiguió 10.000 euros de financiación regional, obtuvo la puntuación máxima en el baremo establecido por el Principado.
