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Emoción minera en Santa Marina

Quirós arropa a las familias de los seis mineros fallecidos en 1973 en Mina Mariquita, una tragedia inolvidable

José y Gaspar Prieto, Fernando Álvarez y José Ángel Prada, mineros que colaboraron en el acto, ante la bocamina de Mina Mariquita, en Santa Marina, durante el homenaje. R. F. O.

Los sentimientos dieron calor en el gélido ambiente, el sábado, durante el homenaje a los seis mineros fallecidos en Mina Mariquita (Santa Marina, Quirós) en el recordado accidente del 3 de noviembre de 1973. Dos centenares de personas se congregaron en el lugar donde estaba la boca del pozo plano, donde se descubrió una placa y se recuperó la entrada de una bocamina con la entibación antigua en madera.

Fue un emotivo acto en el que intervino el alcalde quirosano, Ovidio García, y los cronistas oficiales de Quirós y Teverga, Roberto Fernández Osorio y Celso Peyroux, respectivamente. Las familias estuvieron muy emocionadas, pues aunque hayan pasado cuarenta y cinco años, el dolor y la pena siguen ahí. Viudas, hijos y nietos de los fallecidos quisieron estar presentes junto con muchos amigos, vecinos y compañeros.

Fue un momento de reencuentro y de denuncia por las nefastas condiciones en las que trabajaban aquellos obreros. Una mina con un porcentaje de grisú muy elevado que hacía presagiar la tragedia. Una de las viudas, Consuelo Álvarez, se reafirmó en el mal comportamiento de la empresa. Recordaba cómo la compañía le había suprimido el vale de carbón tras la tragedia: "Eran como unas mil pesetas, pero me ayudaban a sacar adelante a tres crías pequeñas".

Zulima Álvarez, hija de Onofre Álvarez, otro de los muertos, comentó cómo "la empresa le debía a mi padre un millón de pesetas y no lo querían pagar. Mi tío tuvo que venir a exigirlo por la fuerza". Fueron algunos de los tristes recuerdos que hubo en Santa Marina del irregular y nefasto funcionamiento de la empresa que gestionaba Mina Mariquita, escenario de la tragedia.

Celso Peyroux emocionó a los presentes con una composición poética que había terminado de escribir la madrugada antes. Peyroux cubrió la noticia para LA NUEVA ESPAÑA en 1973. Un trabajo duro y angustioso, contó, que le impidió sacar unas fotos correctas y que tuvo que escribir otro compañero de redacción pues el Cronista de Teverga no pudo. En otra de las intervenciones se agradeció la colaboración de asociaciones, colectivos, vecinos y Ayuntamiento para lograr organizar el acto.

Se descubrió la entibación en madera que realizaron varios vecinos de Cortes, casi todos antiguos mineros. Se anunció también la próxima fase, probablemente el año que viene, para el acondicionamiento de la zona y colocación de un Memorial de la minería quirosana. Quirós quiere reivindicar su importante pasado minero y recordar su contribución a la economía regional con un gran coste humano. Fueron 120 años de laboreo minero.

El colofón fue la interpretación del himno minero a Santa Bárbara por un joven integrante del grupo de gaitas quirosano "Teixo- Manolo Quirós", Miguel Álvarez, que al saxo acentuó la emoción y el orgullo minero quirosano. Emoción a flor de piel en Santa Marina.

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