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Los productores sierenses de faba logran una buena cosecha, aunque retrasada

"Lo veíamos negro, pero al final salió mejor de lo previsto", apunta Santiago Galán del producto, que se venderá en enero, una vez seque

Santiago Galán, con una muestra de fabes secando. MARIOLA MENÉNDEZ

En Argüelles han logrado una buena cosecha de fabes. Aunque va con retraso y hasta enero no se podrán poner a la venta, porque aún están secando, han conseguido salvar una temporada mejor de la esperada. En otras campañas ya estarían listas, pero no es así porque arrastran el retraso de alrededor de tres semanas de la siembra. Esta circunstancia afectó especialmente a la reciente Semana de les Fabes de Colunga, donde hubo menos alubias porque no dio tiempo a que secaran.

En primavera, los ánimos estaban bajos en Argüelles, pues la lluvia y el mal tiempo no daban tregua y tampoco permitían poder sembrar. Tuvieron que hacerlo más tarde de lo habitual, así que arrastran esta demora. La buena noticia es que las previsiones no se han cumplido y el resultado de la cosecha ha sido mejor de lo estimado. "Estamos contentos porque se preveía malo y parece que habrá cantidad y está sana", explica Santiago Galán, más aliviado que en meses atrás. "El tiempo nos dio un respiro para poder guardar la cosecha. Salió mejor de lo esperado", agrega. Ya la recogieron entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre, con unas condiciones meteorológicas favorables porque temían al frío de estos meses. "Fue más tarde de lo habitual, al sembrar más tarde. Viene con unas tres semanas de retraso", añade Galán.

Ahora están en proceso de secado, que lleva unos dos meses, por lo que "hasta enero no estará a la venta la nueva cosecha", estima este productor de Argüelles, uno de los seis que forman la sociedad civil de Fabes de Vegargüelles, marca acogida a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) y forman parte del Consejo Regulador.

Una vez que la alubia seque dentro de la vaina se procede a desgranar y se congela la legumbre un mínimo de 72 horas para prevenir la enfermedad del papón o gorgojo. A continuación, se seleccionan y envasan.

"Va a haber menos fabes que el año pasado, en líneas generales", apunta Santiago Galán, pero agrega que "también hay que contar con que el año pasado hubo mucho y no fue normal tampoco". Lo achaca a que entonces hubo unas condiciones meteorológicas favorables. "Hubo mucha en todos los sitios", añade. En esta ocasión no habrá tanto. "Lo veíamos negro, pero al final salió mejor de lo previsto", subraya. Apunta que "vino bien sembrar tarde porque solo nos pilló un par de tormentas" que no dañaron las plantas. Luego, desde agosto a noviembre, "hizo bueno, con poca agua". Pero "cuando en octubre vino ese intento de nevada lo vimos negro, pero al final fue un espejismo" y el tiempo se comportó. Los productores intentarán mantener el precio en 13 euros el kilo. Reconocen que la alubia gallega, que se puede confundir con la asturiana, les hace competencia.

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