El museo de la Guerra Civil de El Cuetu (Lugones, Siero), que temporalmente tiene su exposición en Colloto (Oviedo), ha aumentado su colección en un 25 por ciento. El empresario sierense y promotor del centro, Jorge Sandoval, adquirió en los últimos días un centenar de piezas de la contienda, entre armas y proyectiles, que en breves podrán ser disfrutadas por los visitantes.
La nueva compra del museo está compuesta por unas 130 piezas. La mayoría, cerca de un centenar, son proyectiles desactivados. El resto de la lista, lo completan fusiles, pistolas y carabinas. La mayoría de los artículos son de fabricación extranjera, aunque también los hay producidos en fábricas de armas españolas.
Tras esta compra, tal y como reconoce el impulsor de la idea, el empresario sierense Jorge Sandoval, la nave que alberga la muestra comienza a quedarse pequeña. Ante esta situación, el promotor sólo ve una salida: construir el museo en el búnker del Cuetu (Lugones), proyecto para el que está pensada originalmente la colección. ¿El problema? Requiere una inversión cercana de unos 3 millones de euros, una cifra prácticamente inasumible para cualquier bolsillo. Más aún cuando, como en el caso de Sandoval, no se recibe ninguna ayuda ni subvención pública.
Pese a ello, todavía hay alguna novedad por llegar al museo. La colección espera la llegada de dos réplicas exactas de dos blindados utilizados en la Guerra Civil: Un "Trubia" y un "Trubia Naval", ambos construidos en su época en la Fábrica de Armas de la parroquia del oeste de Oviedo.
Las visitas guiadas al museo de la Guerra Civil y al búnker de El Cuetu comenzaron en 2017. Desde entonces, su popularidad ha ido en aumento. Muestra de ello fue el éxito de la recreación y desfile de la II Guerra Mundial; primero de su especie celebrado en Asturias que llenó las calles de Lugones.
Además de ésta, en los últimos tiempos el búnker ha acogido otras iniciativas que nada tienen que ver con la recreación histórica, como un espectáculo de terror coincidiendo con Halloween o un scape room.
