La Fresneda se ha convertido en el motor de la construcción en Siero, seguida de cerca de Lugones y a mucha distancia de El Berrón y la Pola. Es en la urbanización donde se están ejecutando algunas promociones nuevas, mientras que en la capital del concejo no se acomete nada de obra, ni se espera que de momento se haga.
"La Fresneda está funcionando", destaca Esteban Abarquero, director comercial de Los Álamos. Aunque reconoce que el sector no ha remontado como lo ha hecho, por ejemplo, en Madrid. "Es un crecimiento moderado y somos optimistas de cara al futuro", subraya. Tienen en marcha alguna promoción y pretensión de iniciar alguna más. Tras el frenazo que dio el sector por la crisis, ahora van notando que "hay demanda", aunque la situación ha cambiado y son conscientes de que hay que "mimar al cliente" y ofrecerle el tipo de vivienda que quiere. "El cliente de hoy nada tiene que ver con el de hace diez años, que compraba lo que había. Ahora le asesoramos y acompañamos desde que llega, le entregamos las llaves y comprueba que funciona todo a su gusto", destaca Abarquero. Reconoce que quien compra en estos momentos "es más exigente". Otro cambio importante es que las nuevas tecnologías y la domótica ya son el presente en la vivienda, no el futuro, incluso a la hora de comprar la casa. Las energías renovables también han venido para quedarse.
Explica que mientras en La Fresneda realizan una venta cada dos o tres semanas, en la Pola es cada dos meses. "Confío en La Fresneda", subraya. Un proyecto que ya está en marcha también es urbanizar el anillo del antiguo campo de golf.
Los promotores tienen una dura competencia con los bancos y las inmobiliarias de estos en cuanto al precio, de ahí que tengan que diferenciarse ofreciendo calidad y un diseño vanguardista. Por lo que demanda que en la revisión del ordenamiento urbanístico, éste sea más flexible con los diseños más modernos.
"En Lugones está mejor de lo que estuvo. No son las cero que se construían en 2012 y 2014, pero va lento", valora Jorge Suárez, aparejador de Gocasa. Calcula que estarán en marcha poco más de 40 viviendas, lo que antes suponía levantar un bloque. En cuanto a las cuestiones que la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Siero debería incluir está corregir la edificación de un bajo comercial y tres alturas, porque este modelo "implica tener mucho local vacío". Considera que "ocupados y acondicionados, dan alegría, pero con sólo tres alturas supone que habrá muchos vacíos", lo que hará que se vea "desangelado y desierto". Así que propone que al menos se puedan construir hasta cinco o seis plantas de pisos, como mínimo. Es lo que considera más idóneo "para una población como Lugones". Pone como ejemplo, el Bulevar.
Otro apunte que realiza Jorge Suárez para la revisión del Plan es que "las unidades de actuación para suelo urbanizable son muy grandes y tienen más dificultades para ser desarrolladas". Pone como muestra las inmediaciones del futuro Centro Polivalente, que "es buena zona, pero requiere mucho desarrollo y las cosas no están para eso". Plantea que se dividan estas unidades de actuación para que sean más pequeñas.
"En la Pola no se está construyendo ni un edificio ni promoción. Se está viviendo de la segunda mano y de la poca vivienda que queda en Siero Oeste", indica el agente inmobiliario José Ramón Vicentiz, que traza una situación similar en El Berrón. Aunque en esta última localidad hay más vivienda nueva para comprar. Pero en la capital del concejo "no hay nada nuevo, aunque sí hay demanda".
Con vistas a la revisión del PGOU de Siero, destaca que "aunque ahora no es un momento pletórico para la vivienda unifamiliar, hay poco terreno edificable para poder comprar cercano a la Pola o Lugones". Agrega que "debería de haber más parcelas para poder edificar alrededor de los núcleos de población" porque el cliente demanda poder ir caminando, por ejemplo, a la Pola. Pero "lo que hay son polígonos y te obliga a hacer grandes desarrollos". José Ramón Vicentiz explica que la vivienda de segunda mano sale porque los propietarios bajan los precios. El alquiler ha experimentado un auge, pues "hay poquísimo, y lo que hay se alquila rápido".
