El Pleno puso el jueves la última semilla de los huertos urbanos de Candás con la aprobación definitiva de su reglamento de uso. Ahora, y salvo sorpresas, sólo falta saber cuándo se iniciará el proceso de adjudicación del medio centenar de parcelas construidas en la zona de La Matiella, un proyecto que comenzó a labrarse en 2014 y en el que se han invertido más de 100.000 euros hasta ahora.

En total, los huertos urbanos cuentan con medio centenar de parcelas. Tendrán terreno fértil, una taquilla privada para guardar aperos y suministro de agua, que deberá ser abonado por el propio beneficiario. Los usuarios estarán obligados a mantener su parcela en buen estado y a no plantar especies cuya altura supere el metro y medio de altura, y estará prohibido el uso de químicos. Los productos sacados de los huertos serán para consumo propio y su venta estará totalmente prohibida. Tampoco se podrá hacer barbacoas ni instalar cenadores en las fincas.

El incumplimiento de la normativa puede conllevar la resolución de la cesión y también acarrear multas de hasta 200 euros.

Las parcelas se cederán por un plazo de cuatro años. Un 30 por ciento de ellas estarán reservadas a personas mayores de 65 años, un 25 por ciento para desempleados, un 10 por ciento para asociaciones sin ánimo de lucro y otro tanto para personas que necesitan de un terreno para fines terapéuticos. Se adjudicarán mediante sorteo.

Los huertos urbanos han sido uno de los grandes foco de discusión en el Pleno entre el PSOE y el PP. Los populares, que llegaron a denominar el proyecto como "el escorial de las lechugas", mostraron desde un principio su rechazo a un plan apoyado en el presente mandato por IU y, especialmente, por Somos.