Entre tanta fiesta navideña, en Camoca se cuela la de su patrón, San Juan Evangelista, a quien ayer sus vecinos y feligreses honraron con una misa, cantada por la Coral Capilla de la Torre, de Villaviciosa, y con una procesión. Después compartieron en el pórtico unas pastas y vino.

Fue Amparo Solares, ya fallecida, y su esposo, Senén Solares, quienes donaron la imagen después de la guerra, en 1942. Reconocen que, aunque es su patrón, en el pueblo tienen más devoción por Nuestra Señora del Rosario, que celebran en octubre, coincidiendo con la Feria del lino y la nuez. Manuel Acevedo e Isabel Carneado habían prometido que si sus hijos regresaban a salvo de la guerra comprarían la imagen. Así fue y su nieta, Begoña Acevedo, le tiene mucha devoción.

El párroco, Agustín Hevia, reconoce que en el siglo XIII, muchas de las festividades de los patronos quedaron eclipsadas por la del Corpus Christi. En Camoca celebran su sacramental el julio, pero la fiesta más popular sigue siendo la del Rosario. No obstante, vecinas como Roberta Fernández o Luisa Riestra estaban ayer encantadas con su entrañable fiesta patronal. Llevaron al santo Ramiro Martínez, Luis Teja, Benjamín Tejerina y Alejandro Montoto, tras Roberto Carneado, con la cruz.