Los pescadores y mariscadores de Candás venden todas las capturas del día en la rula de la cofradía de pescadores "Nuestra Señora del Rosario" y, pese a ser fechas en las que los precios suben como la espuma, ellos los mantienen. Así es que el kilo de percebes del Cabo Peñas se está vendiendo a entre 30 y 60 euros, y la quisquilla, producto afamado del concejo, se sostiene entre los 50 y 100 euros el kilo. Al igual que los percebes, depende del tamaño, indica el patrón mayor de la cofradía, José Ángel Gutiérrez.
Una situación que les permite sacar todas las capturas en el día, en base a su clientela fija, formada en su mayoría por los hosteleros del concejo y otros de Llanes o Gijón. "Es una comodidad y un placer poder comprar pescado y marisco fresco, un producto de calidad con la garantía de que sabes lo que estás comprando y sin tocar el precio, que eso nos permite atraer al cliente, que sabe que no subimos el precio", destaca Francisco Castro, hostelero del restaurante Náutico.
La venta de pescado y marisco en la rula candasina estuvo ayer protagonizada por los percebes, y fueron muchos los curiosos que se acercaron a preguntar por su precio. Sin embargo, las cajas ya estaban todas vendidas a la clientela fija. Unos percebes de muy buen tamaño, anaranjados y con las puntas rojas. Lo mejor del Cantábrico. Como también lo son las andaricas o nécoras, que sí han subido algo de precio por la escasez debido al pulpo, que se las come. "Está algo más cara, como el centollo, porque es lo primero que come el pulpo. También depende del tamaño, salieron unas por 35 euros el kilo, pero también las hay de 25 euros el kilo", detalla Gutiérrez. Con todo, no han tocado prácticamente el precio para mantener el mismo coste durante las Navidades. "En estas fechas nos sale bien, y en otras fechas les sale bien a los marineros; hacemos un par y par. Mantengo toda la temporada con compra fija, cuando el producto está por las nubes, compro, y cuando está bajo ellos venden bien, es bueno para todos los de la zona", apunta Héctor García Alonso, propietario de El Hórreo, de Antromero.
Y eso también se nota entre la clientela de los restaurantes carreñenses, quienes saben que pueden disfrutar en el plato del pescado y marisco más fresco, sin rascar mucho el bolsillo por estas fechas, cuando suelen incluso duplicar su precio habitual. "La clientela lo sabe y nos aseguramos venderlo a buen precio, es la forma de vender pescado y marisco fresco todo el año", opina Castro.
La rula de Candás abrirá hoy de nuevo para dar salida a los encargos de última hora. Los percebes, quisquillas y nécoras estarán listos para la cena.
