Han sido unas buenas navidades para los hosteleros en Noreña. Al menos así lo manifiestan en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA. Destacan la recuperación de un buen numero de comidas y cenas de familia y empresa, que en los últimos años "habían descendido notablemente". De esta manera diciembre vuelve a convertirse en "el mes más fuerte" para el sector.

Tras la Fiesta Gastronómica de los Callos (puente de diciembre), que supuso un importante éxito para la hostelería, no han parado de llegar buenas noticias para los dueños de bares y restaurantes de la Villa Condal. La campaña navideña ha sido un éxito, volviendo a las cifras de años atrás. "Las últimas dos navidades no había habido tanto movimiento", señala la presidenta de la Asociación de Hosteleros, Maite Martínez.

La base de estos buenos resultados reside en las comidas y cenas de grandes grupos de personas. "En las anteriores campañas habían descendido mucho. Sin embargo, este año si que se ha visto un repunte muy claro. Empresas, familias y amigos se han lanzado a la calle a consumir y eso supone un apoyo muy importante para el resto del año", destaca Martínez.

Entre las claves para explicar lo sucedido en los últimos días, se encuentran la presencia de personas de fuera de Asturias y el buen tiempo. "No ha llovido y eso estamos seguros de que ha ayudado mucho. Además, también percibimos la presencia de personas procedentes de fuera del Principado, especialmente alemanes y madrileños que vienen a ver a sus familiares residentes en Noreña", concluye la presidenta del gremio.

Varios hosteleros de la zona confirman estas impresiones. Héctor Cueto, propietario de un establecimiento en la avenida principal de la localidad, comenta que fue una campaña navideña "muy buena". Al igual que Martínez en su restaurante, Cueto también apunta a un marcado aumento "en cenas y comidas de grupos y familias".

A pesar de que su local cierra en algunas fechas señaladas de las fiestas navideñas, indica que "diciembre es el mes que más facturamos". Una inyección importante para "sobrevivir el resto de la temporada", que los hosteleros han recibido con alegría. "Un aspecto determinante a la hora de atraer al público, es que Noreña es un referente gastronómico", plantea Manuel Antón, que regenta un conocido restaurante de la Villa Condal. De esta manera, las comilonas propias de estas fechas transforman sus platos principales. "Aquí no se pide marisco, si no callos, o derivados del cerdo, ya sea sabadiego, picadillo, chorizo...", cuenta Antón.

El aspecto negativo al que más hacen referencia los representantes del gremio es el horario de cierre de los establecimientos. "El cumplimiento estricto del horario de cierre por acumular varias denuncias de una hostelera, que sí tiene licencia, ha hecho que para nosotros sean las peores navidades desde que cogimos el local", lamenta José Carlos Baragaño, propietario de uno de los bares con mayor arraigo en la localidad. En su caso, no sirve comidas, pero los restaurante también denuncian ser víctimas de esta circunstancia. "Se cancelan cenas porque luego no tienen donde ir a tomar algo", dice.