Un buen pollo, se podría decir coloquialmente, es lo que se ha armado en Tiroco de Arriba, en Valdesoto (Siero). Todo a cuenta precisamente de unos pollos. Un vecino acusa a otro por haber causado daños en un muro de cincuenta metros que tiene rodeando su finca. Por ello, le ha llevado a los Juzgados de Siero. El acusado niega ser el causante de los daños, que atribuye a las aves en una versión que la Fiscalía tacha de "increíble". "Entré en la finca colindante porque se me habían escapado unos pollos. Serían ellos los que desprendieron las piedras del muro...", argumentó ayer el acusado ante el juez. El ministerio fiscal pide una multa de 180 euros para el dueño de las aves.

Los hechos se remontan al día 18 de septiembre del pasado año. El acusado se habría adentrado en la finca de un vecino sin explicación aparente. El propietario de la misma se percató de la rotura de una veintena de piedras del muro que rodea su finca, pasados doce días. Gracias a la cámara que había situado en el prado, después de notar en ocasiones anteriores "que faltaban algunas frutas", pudo ver al acusado durante su incursión. Según el testimonio de la acusación, llevaba tiempo teniendo problemas con el denunciado e incluso había denuncias y juicios anteriores entre ellos. "Con él estuve en juicios en otra ocasión. Acompañado de otra persona vino a pegarme a la puerta de mi casa y fue condenado por ello. Siempre está provocándome y riéndose de mi, a lo que yo hago caso omiso", aseguró el hombre.

Hasta ahí y teniendo en cuenta las fotografías de la cámara que se presentaron como prueba, todo parecía normal. Sin embargo, el testimonio del acusado resultó sorprendente para el representante de la Fiscalía. "Yo sólo entré a sacar unos pollos que habían saltado el muro de medio metro y se habían colado en la finca", explicó el hombre, que afirmó tener sus animales en un gallinero del terreno de al lado que le prestó otro vecino.

Insistió en que la versión de la acusación era falsa: "Yo a mis 68 años no me meto con nadie". Comentó que había entrado a través de la portilla, que luego había dejado "cerrada" y que, además, no había entrado a robar nada, sólo a sacar a sus pollos que pesaban unos tres kilos: "Que los iba a dejar allí hasta que murieran", exclamó. Respondiendo a las preguntas del Ministerio Fiscal sobre quién había causado los daños en el muro, el acusado no se lo pensó: "Serían los pollos".

La argumentación no pareció creíble para la Fiscalía, que solicitó una multa de 30 días a razón de seis euros diarios para el hombre. Para pedirla se basa en las imágenes de la cámara, en la que no aparece pollo alguno, además, de considerar "increíble" que estos animales pudieran haber causado los daños. Por último añade que puede existir una conexión de venganza, teniendo en cuenta las disputas anteriores entre los vecinos.