Fotógrafo de caleya y asfalto, Juanjo Arrojo lleva toda una vida inmortalizando el paisanaje asturiano. Por eso, y por su compromiso, trabajo altruista y apoyo a numerosas causas, la mayoría de ellas de índole cultural, la "Asociación Yumper" de La Fresneda ha decidido otorgarle este año su premio "Yumper, 'Asturianos de braveza'" 2018, que recibe con gran ilusión.

- Llevarse un galardón que se llama "Asturianos de braveza" no debe ser poca cosa para un hombre como usted, que recorre y ha recorrido la geografía asturiana fotografiando las diferentes manifestaciones de la cultura regional.

-Lógicamente, me encanta recibir este premio y no voy a contradecir a los que decidieron dármelo. Es importante el reconocimiento y que crean que lo merezco por mi labor como fotógrafo y mi compromiso con diferentes causas como la conservación de los hórreos, la Cofradía Amigos del Nabo, revistas...

- Me habla de hórreos y no puedo entonces evitar preguntarle también por los frixuelos y por las recientes declaraciones del líder del PP, Pablo Casado, que pedía también que los escolares asturianos estudien también la figura de Jovellanos o de Argüelles.

-Esi chaval ye fatu. No sabe de qué va el tema. Es perfectamente compatible estudiar hórreos y saber hacer frixuelos con estudiar otras cosas. Se pueden combinar ambas cosas. Por este tipo de mentalidades lo que está pasando es que en Asturias cae un hórreo al día.

- ¿Cómo ve la Asturias rural que tanto inmortaliza?

-Muy envejecida y con problemas. La administración pone muy difícil que la gente joven pueda hacer vida en el medio rural. No hay más que trabas, como los problemas que estamos viendo ahora con los ataques del lobo a los ganaderos, mismamente. Pero también hay otros, como la falta de acceso a internet, que hacen que la gente desista y se vaya a la ciudad.

- ¿Ayuda la recuperación de tradiciones?

-No es la panacea, pero desde luego que el hecho de recuperar costumbres siempre ayuda y hace que los jóvenes y la sociedad más urbana empaste con la rural.