A partir del uno de febrero, el Club de Campo de la Fresneda estará completamente cerrado, únicamente disponible para sus socios. Para lograrlo, ayer comenzaron a instalar una barrera que se acciona con la huella digital. Estas acciones, junto al vallado completo del recinto, que tiene 152.000 metros cuadrados, buscan dotar al centro de "un mayor control, exclusividad y potenciar el sentido de pertenencia de los socios", según explica el gerente, Aarón Valentín Bouso.

La tecnología que se empleará no dista mucho de la que ya se aplica en múltiples centros deportivos y de ocio privado. "La mayor particularidad es que cuenta con un rastrillo para evitar que se cuelen animales o personas", relata el gerente.

Entre las múltiples opciones que tenían, como utilizar un carnet, una llave u otro sistema de seguridad, han elegido la huella por su carácter "intransferible". Esta es la gran ventaja del método, pero Bouso no es ajeno a sus posibles inconvenientes. "Sabemos que en ocasiones, con frío, o en el caso de personas muy jóvenes o muy mayores puede dar problemas de lectura", reconoce.

Para minimizar este posible problema, el lector cuenta con un sistema de grabador. Este "detecta la huella aunque sea muy débil, busca coincidencias con la base de datos e intensifica la señal", abunda Bouso.

Una vez instalado el equipo, se esperará hasta comienzos de mes para ponerlo en marcha, ya que los socios deben pasar por allí para actualizar sus datos. "Faltan aún más de la mitad. Tienen que pasar por aquí antes de final de mes", apunta el gerente, haciendo un llamamiento a los usuarios.

Entre las grandes ventajas de esta iniciativa, esta "convertir el club en un lugar totalmente exclusivo para los socios, no como antes que estaba sin control de acceso". Esta idea ya está empezando a tener sus frutos pues, según Bouso, el número de personas que han comprado acciones del club en el último mes se ha disparado. "Ha tenido muy buena aceptación. Esa idea de hacer un vinculo de pertenencia ha conseguido que en un solo mes se vendan más acciones que en todo un año", subraya.

Además, la actualización de las bases de datos, "de las que ahora no tenemos tanto control", permitirá personalizar el servicio, al estar mas claras las cifras de socios por edades y condición social. "Con esta actualización, el registro de datos será mucho más limpio. Eso nos permitirá aumentar la eficacia y realizar una mejor gestión", dice Bouso, que añade: "Por ejemplo, sabremos rangos de edad, situación familiar, de modo que podamos crear tarifas adaptadas a la necesidad".