Las rebajas de invierno también llegan al mercadillo poleso de los martes. Pero a pesar de los descuentos, los vendedores ambulantes se quejan de las escasas ventas. Ni con los precios bajos se animan.

"Las rebajas que tenemos en el mercado no las tiene nadie", afirma Begoña Salazar, que ayer tenía las botas y zapatos a 7 euros, un descenso considerable de precio, pues antes costaban 15. No obstante, destaca que en sus puestos "normalmente es más barato" comprar que en las tiendas, aunque a veces sean los mismos artículos. "Rebajamos para liquidar y acabar el género" de la temporada, apunta. Pero se queja de las ventas, pues esta temporada ha sido "mala". Además de la crisis, "que se notó mucho", también les perjudicó que el frío tardara en llegar y, por tanto, las prendas más de invierno se hicieran esperar. Estos días sí que se está dando salida a "botas y cosas de abrigo". Agrega que "se vende, sobre todo, de diario", artículos para vestir entre semana.

María Jesús García y Dolores Rodríguez echan un vistazo en el puesto de Begoña Salazar, con el gancho de sus rebajas. "Vinimos de casualidad y sí, vemos buenos precios, que atraen", apuntan.

Abraham Jiménez también tiene descuentos en su puesto. Los jerseis que antes costaban 15, ahora los tiene a 10 euros. Pero "se vende poco", lamenta. También lo achaca a la crisis. Reconoce que "mucha gente espera a las rebajas", por lo que "este mes de enero salvamos algo, pero febrero y marzo son peores, pues no sabes si vender la ropa de invierno o primavera". Agrega que "más barato que aquí, nada. Tenemos el 3 en 1: bueno, bonito y barato". Aunque "todo el año está muy barato, han llegado las rebajas", anima.

Tomás Jiménez también se queja: "se vende poco debido a la crisis, las grandes superficies y las compras por internet". Otra crítica general es que es los ayuntamiento "cobran mucho por las tasas de los mercadillos".

Magdalena Pollatos y Mercedes Serrano echan un vistazo a los jerseys. "Merecen la pena porque están bien y cuestan 10 euros", valoran.