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Siero

El sierense que traduce a Madonna

Rubén Rodríguez Cubiella, formado en la Pola hasta el Bachillerato, es el encargado de pasar al castellano los cuentos de la serie "The English Roses" escritos por la diva

Rubén Rodríguez Cubiella, con el libro de Madonna. M. NOVAL MORO

La cantante estadounidense Madonna decidió hace unos años escribir varios cuentos infantiles para transmitirle a su hija un puñado de valores y enseñanzas. Así nació la serie "The English Roses", cuyo primer libro fue traducido al asturiano en 2016 por la editorial maliayesa Camelot, con un extraordinario éxito de ventas y difusión.

Recientemente, la editorial ha firmado un contrato para publicar toda la colección en castellano. El primero de los libros, "Las rosas Inglesas", se presentó a finales del pasado año en la feria de Guadalajara, en México, también con una repercusión considerable. Y para esta incursión en la lengua castellana, la editorial ha contado con el trabajo de traductor de Rubén Rodríguez Cubiella, que se formó hasta el bachillerato en Pola de Siero, para estudiar posteriormente Filología Inglesa en Oviedo y traducción en Bélgica.

Para el traductor, el trabajo ha sido "curioso", porque es todo a través de la agencia con la que funciona Madonna, y hay una supervisión muy minuciosa.

Pero, sobre todo, fue "en general, un placer", porque "son cuentos que dan juego, son estéticamente bonitos pero hay un contraste porque habla de cosas complicadas como las envidias, las pérdidas de seres queridos o las amistades, tienen bastantes capas".

Y la traducción es un reto porque uno tiene que se fiel a lo que quiere transmitir la autora y, al mismo tiempo, mantener los juegos de palabras, buscar la forma de decir las cosas, es todo un ejercicio creativo. El libro cuenta con ilustraciones de Jeffrey Fulvimari.

En cualquier caso, la dificultad viene de la mano de la autora. "La dificultad es expresarte de manera simple y comunicar cosas más complejas", sostiene.

Pero Rubén Rodríguez reconoce entre risas que, para él, lo más difícil no fue traducir el cuento sino tener la boca cerrada, el hecho de tener entre manos algo como traducir a Madonna y no poder contárselo a nadie. "Lo más difícil era no hablar de esto. No puedes decir nada hasta que esté todo aprobado y ya lo puedas anunciar. La jornada que estaba trabajando estaba prácticamente todo el día con el libro, y después salía y cuando me preguntaban qué estaba haciendo no podía hablar; fue complicado", aseguró.

Hasta ahora nunca había traducido un cuento, está siendo una buena experiencia. Y con el equipo de Madonna ha ido todo muy bien, con una relación fluida que le ha hecho trabajar muy a gusto en un campo que nunca había probado. "Mi experiencia había sido más de docencia, y de traducción había hecho cosas, pero no en sentido literario", dijo.

El segundo libro de la serie, "Las rosas inglesas. Fuera de lo común", está a punto de salir publicado, también con su traducción.

Para Rubén Rodríguez, el valor de los cuentos es lo que transmite su autora, la riqueza de las ideas. "Una rosa inglesa es una representación de la belleza, el canon que constituiría una chica de piel clara, jovencita, bella en el sentido más clásico; ella utiliza el título para hablar de una belleza mucho más variada. Los personajes no son todos blancos, y tienen muy distintas circunstancias. Ella trata de transmitir la belleza de la diversidad", explica.

En el primer cuento, la autora presenta a un grupo de varias chicas con el que habla de asuntos como la envidia o la amistad, de juzgar a las personas por lo que son y no por lo que aparentan, y en el segundo "ya tiene que ver más con el grupo de las amigas hecho, y tiene otras problemáticas".

Rubén Rodríguez, además de traductor, tiene publicada obra propia. Su primer libro, "Supernova", fue de poesía y de relatos, con una vocación muy marcada de jugar con el lenguaje. Según su autor, en su día lo escribió como desahogo, en un momento en el que "necesitaba ocupar la cabeza".

Ahora está trabajando en la escritura de su segundo libro, en el que continúa con su vocación de hablar de sentimientos universales de una forma que no sea estereotipada.

Su incursión en la literatura infantil no ha sido contraria a su interés, porque es un mundo que le interesa, pero como lector tiene un amplio abanico de autores. Ahora intenta leer de todo. Leía mucho en inglés a causa de sus estudios, y con los años ha ido diversificando más. Entre sus autores de referencia están Federico García Lorca, Adam Zagajewsky, Julio Cortázar o la Generación del 27, y también le interesa "ir a micros abiertos, escuchar a otra gente, apoyar a autores un poco más independientes".

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