La disputa entre Luis Alberto Sánchez Panero, del Matadero Central de Asturias, en Noreña, y Manuel del Busto, del macelo de Mieres, va en auge. Tras las peticiones por parte de la Asociación de Mayoristas, Mataderos y Salas de despiece de Carne de Asturias (AMCA) para que se paralice la actividad del macelo de Noreña por haber operado sin licencia; Panero contraatacó con una denuncia al centro de Mieres por transportar mercancías no propias sin permiso.

Ahora, Panero, que ya había planteado sus sospechas de que "detrás de AMCA está Del Busto", esgrime las supuestas actas fundacionales de la asociación para decir que: "esa organización está compuesta por él, su hijo, su hija, que es residente en Bélgica; varios asesores fiscales, uno que incluso trabaja en una panificadora; un minero prejubilado, un trabajador del matadero de Mieres, un ex-trabajador y un farmacéutico ya fallecido".

Así se expresaba el dirigente del macelo de Noreña a la salida de la reunión de responsables de mataderos con la Consejería de Sanidad que tuvo lugar ayer. Panero incluso afirma, que tras la denuncia que presentó contra el matadero de Mieres, "un trabajador de allí me transmitió que tienen a todo el personal trabajando para trampear las facturas de transporte".

Sin embargo, se muestra confiado en que la denuncia salga adelante. "Tengo 625 facturas relativas a su servicio de transporte, de manera que si las alteran se va a saber".

Asimismo, confirmó que la guerra solo acaba de empezar. "No me merezco lo que me está haciendo. Es un acoso y derribo total. Los demás mataderos se ajustan a la legalidad, menos el que gestiona Del Busto", aseguró el empresario. Las acciones legales previstas por Panero no terminan aquí: "Próximamente presentaré otras dos nuevas denuncias, por motivos distintos, contra ellos".

Esta disputa viene de largo. En concreto, desde que ambos empresarios intentaron hacerse con el Matadero Central. Finalmente, fue a parar a manos del Grupo Panero. Los problemas a la hora de obtener la licencia de apertura y funcionamiento, tanto del complejo como de varias instalaciones del mismo, llevaron a AMCA y al propio Del Busto a pedir en varias ocasiones el cese de su actividad.