Los vecinos de Colloto conviven con una dualidad: la de residir en una localidad que pertenece a dos concejos. Un paso de peatones en la calle Luis Suárez Ximielga marca el límite entre Siero y Oviedo. Las farolas también delatan que son territorios diferentes. Mientras las del primer concejo son más nuevas y funcionales -se repusieron recientemente-, las del segundo son de estilo isabelino. El arroyo de Las Martas, que está canalizado y pasa por este punto, es el que hace de frontera natural.

Jesús Garzón vive en Siero, donde también compra LA NUEVA ESPAÑA, pero a por el pan va a Oviedo. El médico también lo tienen allí desde que estrenaron el centro de salud, al igual que los bancos, el supermercado o el colegio, pero farmacias hay una en cada concejo. En Siero está el campo de fútbol, la estación de tren o el polígono industrial "Águila Negra".

"Igual estoy en Oviedo que en Siero. Andamos de viaje todo el día", bromea. Recuerda que antaño "había rencillas", pero "ahora ya nada". Reconoce que les queda más cerca la capital (algo más de 7 kilómetros) que la Pola (12).

Francisco Prado considera que esta peculiaridad de Colloto "es un contrasentido". Vivió durante muchos años en la zona de Siero, pero trasladó su residencia a otro municipio sin moverse de su localidad. Reconoce que los vecinos se desplazan más hacia la capital, por proximidad y porque la comunicación en transporte público es mejor. Lamenta que "la parte sierense tiene menos expansión". Destaca que "hay lío por la numeración porque en la calle Luis Suárez Ximielga pertenece a los dos concejos y para el reparto es más jaleo". Pero lo que tiene claro es que "Colloto es muy encontradizo y quien viene a vivir no lo cambia por nada. Lo tenemos todo muy a mano". Él también pasa de Oviedo a Siero para comprar en el quiosco LA NUEVA ESPAÑA.

Para María Dolores Martínez esta peculiaridad es "más que un jaleo". "Vivo en esta calle (Luis Suárez Ximielga) y hay números repetidos" en los dos concejos. Por lo que a veces hay confusiones en el reparto de mercancías o de cartas. Dice que la clave es especificar el concejo. "No es normal. Tienen que corregirlo", pide. "Vivo en Siero, pero lo hago todo en Oviedo", indica esta vecina que se desplaza más a la capital que a la Pola. "La zona de Siero está más abandonada", lamenta.

Para David Martínez sería mejor que no hubiera esta división. Él vive en Oviedo, donde están "la mayoría de los servicios" en la localidad. Para Dolores Álvarez "es un jaleo por culpa de las cartas. Pertenezco a Siero y la mayoría de las veces me las dejan en Oviedo". Pero "de otra manera, yo no lo pienso. Vivo aquí y me olvido". Va más a la capital, pues "a la Pola, poco". José Ramón Álvarez Menéndez se suma a estas quejas: "cambian los carteros cada poco y tienen unos líos..." Aunque nació en Siero, está empadronado en Oviedo.

Para el alcalde sierense, Ángel García, esta peculiaridad les "hace experimentar más el área metropolitana", pues es un ejemplo, y también "exige estrechar la colaboración entre ayuntamientos". Defiende que en los últimos años se han realizado inversiones en Colloto. Renovaron las luminarias, la pasarela de la senda peatonal, el aparcamiento del campo de fútbol o el saneamiento de Moreo, que recoge las aguas residuales de la parte baja de Colloto. También se han acometido mejoras en el paso a nivel y se está rehabilitando el edificio del Águila Negra. En Siero tienen experiencia a la hora de alcanzar acuerdos de colaboración con otros consistorios como Llanera o Noreña, para mejorar servicios. En el Colloto de Oviedo residen 3.412 vecinos, y en el de Siero, 635.