Teresa Espinosa es una psiquiatra nacida en Gijón. Estudió medicina en la Universidad de Salamanca, y pasó por Estados Unidos y Venezuela antes de especializarse. Ejerció en la medicina pública y actualmente tiene una consulta externa y tres centros en Gijón y Llanera.
- ¿De qué hablamos cuando nos referimos a una enfermedad mental?
-Primero es muy importante entender qué es la salud mental y, sobre todo, qué es la salud. No es posible tener una salud integral sin una adecuada salud mental. Llevo 33 años en esto y la salud mental no es solo la ausencia de enfermedad mental, sino tener un equilibrio que nos permite relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Tener una comprensión del medio, ser autónomos, poder ganarte la vida y poder aportar a la comunidad. La salud mental cada día está más necesitada de atención. Yo siempre indico que no está escrito en ningún sitio que las personas estén sufriendo en soledad.
- ¿Cómo estamos en el Principado a este respecto?
-Asturias es una región bellísima, pero, desgraciadamente, lidera el ranking en depresiones y suicidios. Es una preocupación enorme del personal sanitario en el campo de salud mental. A pesar de tener una gran actividad, tanto en la pública como en la privada, necesitamos cada vez más profesionales, tanto en número como en calidad. Que se haga un sentimiento rápido y cercano de la patología, sobre todo en casos graves, como esquizofrenias, bipolares u otras psicosis. Es decir, necesitamos diagnósticos tempranos para poder hacer un tratamiento cuanto más precoz mejor.
- ¿Cómo se materializa?
-Nosotros hacemos un abordaje integral de estas situaciones. Esto consiste en un diagnóstico precoz, buscando que los familiares o amigos acudan a pedir ayuda lo más pronto posible. Lo que dejas pasar se va cronificando, con el daño que eso produce a la persona que lo padece y a su entorno. Que el diagnóstico sea precoz, a través de una entrevista del médico psiquiatra y una intervención psicológica, es fundamental para un tratamiento adecuado.
- ¿Cuáles son los pasos a dar en el tratamiento?
-En la primera fase necesitamos hacer un abordaje psicofarmaciológico, que baje esa agudeza de la sintomatología. Una vez superado ese paso, el paciente tiene que estar receptivo para incorporar el trabajo psicoterapéutico.
- Pero, ¿cómo llega el paciente, si habitualmente no reconocen padecer una enfermedad mental?
-Depende de las patologías.
- Por ejemplo, un esquizofrénico.
-En una psicosis esquizofrénica no es el paciente el que acude. Es el familiar el que observa conductas anómalas. Por eso es tan importante que los medios de comunicación hablen sobre estos temas, hacer entender a la gente que no se deben dejar pasar estas situaciones anómalas. Alguien que tiene una esquizofrenia no va a venir a decirte que tiene alucinaciones, las percibe como reales. Es el familiar, o la persona cercana, el que no debe verlo como normal. Tiene que acudir a los profesionales con precocidad, de una manera empática, sin juzgarlos.
- ¿Cómo se hace eso?
-Habitualmente, ya llevan un tiempo mostrando conductas anómalas. Lo que sucede que esto se suele dejar pasar. Estas conductas se agudizan en los jóvenes, especialmente, por un consumo excesivo de alcohol y tóxicos. Esta es una gran preocupación, a la vista de cómo se dispara el número de suicidios en personas jóvenes en Asturias, estando detrás estos motivos. Lo que no haríamos en condiciones que no mediaran los tóxicos sí se hace cuando están involucrados. Las familias, cuando ven alteraciones conductuales, tienen que convencerse de acudir al psiquiatra. Deben decirles que han conocido a una persona, a un equipo, que le puede ayudar. Explicarles que son conscientes de que lo están pasando mal. Siempre hay partes sanas en su mente, una cierta clarividencia, y esa es la forma de incidir. Siempre va a haber un resquicio, más de lo que creemos.
- ¿Existe la remisión en enfermedades mentales?
-Hay un porcentaje en el que incluso remite la sintomatología. Con una farmacología adecuada, asegurándonos de que tomen la medicación, se puede conseguir una vida razonable con un abordaje psicoterapéutico que ayude a abordar los síntomas.
