El Ayuntamiento de Noreña está dispuesto a demoler, si fuera preciso, el edificio en el que el desprendimiento el pasado miércoles de parte de la fachada obligó a cortar el paso y desalojar a los vecinos del inmueble contiguo de la calle Doctor Cuesta Olay de Noreña. El peligro de derrumbe sigue presente y aún no se ha podido llegar a ninguna solución después de los sucesos, causados por la combinación del estado ruinoso del edificio y las lluvias.

Ahora el Ayuntamiento busca una solución "urgente", ya que considera que "la seguridad es lo más importante en este caso". Sin embargo, existe una complicación añadida. El inmueble está catalogado y cualquier solución debe pasar por la aprobación del Consejo de Patrimonio Histórico y Cultural del Principado.

El gobierno municipal ha pensado incluso en demolerlo "si fuera necesario", aunque de momento hay "un expediente urbanístico abierto", que derivará en una solución definitiva. Las conversaciones con Patrimonio y los dueños de la propiedad se han puesto en marcha de cara a resolver el problema "lo antes posible".

Mientras tanto, los vecinos del edificio colindante permanecen realojados en un hotel desde finales de la pasada semana, y la zona se mantiene acordonada. "Los vecinos no podrán volver a su casa hasta que los técnicos no aprecien riesgo", comentan fuentes municipales.