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El sector del arándano, "revuelto" por la competencia de Andalucía y Marruecos

Los productores asturianos, que apuestan por la calidad de sus frutos, sufren la plaga de una pequeña mosca que se ceba con sus cultivos

El grupo de trabajo, ayer, en las dependencias del Serida, en Villaviciosa. MARIOLA MENÉNDEZ

"Revuelto". Así está el mercado del arándano y los pequeños frutos en Asturias. La entrada en concurso de acreedores de Asturian Berries es un ejemplo de la situación. Los productores se enfrentan a la dura competencia de los frutos procedentes de Andalucía y de Marruecos, más baratos. Con este panorama, apuestan por la calidad de sus cosechas para hacerles frente en el mercado internacional, pues la mayor parte de la producción se exporta.

Para abordar los problemas a los que tienen que hacer frente los cosecheros regionales, ayer se celebró en el Serida (Villaviciosa), un grupo operativo. Floriane Nguyen, de la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (Ficyt), es una de las coordinadoras, junto a Guillermo García, del Serida. Explica que la plaga de la "Drosophila suzukii" (una pequeña mosca de la fruta) les trae de cabeza porque "está haciendo mucho daño", pues pica la fruta, pone las larvas y deja los arándanos inservibles. Floriane Nguyen destaca que "es el principal problema", dado que, en los casos más extremos, en algunas explotaciones tuvieron pérdidas de hasta el 80 y el 90%, y "es raro que haya alguna finca libre", añadió.

Este grupo operativo nace con la intención de poner freno a esta plaga, además de buscar la mejora de la calidad de los frutos rojos desde la producción hasta la manipulación y la comercialización.

Otro reto al que se enfrenta el sector es la profesionalización, según señaló Guillermo García. En lo comercial, reconoce que el sector "está revuelto". Lo confirma José Luis Morán, de la cooperativa Picos de Europa: "está bastante revuelto porque, si no tiene salida, no puedes comercializar los arándanos". Explica que en Asturias planificaron las plantaciones en función de unos nichos comerciales, desde junio a septiembre. Pero ahora se enfrentan a la competencia de las plantaciones de Andalucía y de Marruecos, que también producen en esas fechas y venden más barato.

"Desde hace dos o tres años, nos empezaron a ahogar y ahora tenemos que planificar nuestras plantaciones. Pero es difícil porque son cinco años de espera para que empiece a producir y sea rentable", razona. Tiene claro que "habrá que reorientar la plantación para adaptarse a los canales comerciales", insiste. También se queja de los daños que causa en su finca el jabalí.

Juan Carlos García Rubio, investigador del Serida y cosechero, no lo tiene tan claro porque "sólo puedes modificar ligeramente la época de cosecha". Así que apuesta más por variedades de calidad del fruto para cultivar de junio a septiembre. García Rubio reconoce que las de agosto y septiembre gustan menos al consumidor por ser más ácidas. El reto es conseguir mejorarlas. También perjudicó a las ventas que "ahora hay producción en todo el mundo, y eso cambió el panorama".

Carlos Roces, representante del grupo de trabajo, destaca que los frutos rojos asturianos "tienen una excelentísima calidad". Aunque ya existe la marca "Arándanos del Paraíso", insiste en la importancia de "crear el estándar de calidad". Aspiran a una denominación de origen o marca que en el mercado identifique esa calidad. Apuesta por la produción ecológica y la profesionalización del sector, sobre todo en la comercialización.

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