"Tras el agujero, temo que el artificial no pueda hacerse en El Terreru". Tras saber que se reparará el socavón lo antes posible y que las gradas del campo no corren peligro de venirse abajo, la mayor preocupación ahora en el Rayo Carbayín es que el futuro campo de hierba sintética, que se espera pueda convertirse en una realidad en no mucho tiempo, no pueda construirse sobre el actual. Aunque son optimistas, ya que "en más de 20 años nunca había pasado nada parecido", el presidente, José Ignacio Gutiérrez, lo reconoce: "Algo de miedo a que no pueda hacerse allí, sí lo hay".

El Terreru se levantó sobre una escombrera de residuos de origen minero. De ahí que la estabilidad del suelo no sea la ideal y que las lluvias de las últimas semanas se "tragasen" una porción del terreno de juego, si bien, tras evaluar la zona, técnicos municipales constataron que el estadio no corre el más mínimo peligro.