Un hombre de 66 años circulaba en su todoterreno por la calle Alcalde Parrondo de Pola de Siero. De repente, y según su versión, el camión de la basura que transitaba por una calle perpendicular se incorporó "saltándose un ceda el paso". En ese momento, el hombre montó en cólera, y acabó deteniéndose junto al camión y sacándole una navaja. "La traía porque venía de esfoyar unas jabalinas", justificó el hombre, que se disculpó por lo sucedido, aunque negó parcialmente la versión de la acusación.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 5 de diciembre, y los implicados volvieron a verse las caras ayer en los Juzgados de Siero. Según el testimonio de la víctima, no se saltó el ceda al paso, sino que vio al todoterreno lo suficientemente lejos como para incorporarse.

En ese momento, "empezó a pitarme. Me detuve y él también se paró sobre un peralte que hay en la calzada. Se puso a bracear y dar voces", relató el conductor del camión. A continuación, prosiguió su marcha, pero el hombre no cesó en su enfado y "continuó persiguiéndome". Cuando se detuvo a recoger los cubos, unos metros más adelante, "volvió a pararse a mi lado". Fue en ese momento cuando "blandió una navaja de un tamaño importante y se dirigió a mí diciendo: 'te voy a matar; tendré 70 años, pero tengo los cojones como un caballo'".

El conductor se montó en el camión y arrancó, "pero el encargado de la empresa, que iba detrás en una furgoneta para supervisar la labor pendiente, se detuvo y fue hacia el señor", recuerda la acusación. Finalmente, la policía que estaba por la zona acudió y frenó la refriega.

El encargado, que también declaró ante el juez, confirmó parcialmente los hechos, aunque dice no haber visto la navaja ni haber podido oír los gritos del acusado.

Este, en su testimonió, se mostró arrepentido por lo sucedido. Pidió disculpas en reiteradas ocasiones, pero rebatió parte del testimonio de la supuesta víctima. "No llegué a abrir la navaja", apostilla el hombre. También niega algunas de las expresiones amenazantes que se le atribuyen.

Al tratarse de un juicio por amenazas, la Fiscalía no interviene, por tanto la vista se limita a las preguntas del juez a ambos acusados, finalizando sin una petición de condena por el Ministerio Fiscal. De esta manera, el juicio quedó visto para sentencia.