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GERMÁN ORIZAOLA | Profesor de Zoología de la Universidad de Oviedo, da una charla en la Pola

"Estudian una mayoría de mujeres, pero no llegan: algo no funciona"

"La barrera del sexismo implícito está cayendo, pero el cuidado de los hijos está totalmente sesgado hacia la mujer; hay que cambiar"

Germán Orizaola.

El profesor de Zoología de la Universidad de Oviedo Germán Orizaola impartirá el próximo viernes una charla en el instituto Río Nora sobre "Las científicas que redefinieron al hombre", dentro del programa de actos en torno al Día de la mujer y la niña en la ciencia que se celebraba ayer. Su intención es "animar a las chicas a que no tengan miedo y hagan una carrera de ciencias, y a los chicos para que tengan muy claro que no hay distinción".

- Las mujeres lo tuvieron muy difícil durante mucho tiempo. ¿Hoy es distinto?

-La situación pasó de tiempos en los que directamente era imposible ir a la Universidad hasta los tiempos actuales, en los que en principio hay igualdad pero todavía seguimos viendo cómo las mujeres se van cayendo de la carrera científica según pasa el tiempo. En la Facultad estudia una mayoría de mujeres, pero no llegan en la misma proporción. Algo no funciona en el sistema. El tipo de ambiente social o el mundo competitivo de la ciencia no está acorde con la necesidad de una presencia de mujeres. Todavía algo falla.

- ¿Y cuáles son los principales obstáculos?

-Creo que el sistema y la propia sociedad está más enfocada hacia los hombres. Es innegable que una mujer cuando tiene un hijo entra en una dinámica muy complicada para mantener una actividad a muy alto nivel profesional. La ciencia exige mucha dedicación y mucho tiempo, y eso es una de las cosas que más bloquea a las mujeres, el hecho de que las tareas del hogar y el cuidado de los hijos estén totalmente sesgados hacia las mujeres. Es un obstáculo tremendo para que las mujeres estén en igualdad de condiciones en el mundo de la ciencia. La ciencia es muy competitiva y no es un ambiente en el que se pueda conciliar con facilidad. Y es algo que, evidentemente, hay que cambiar.

- Aun así, ha habido mujeres con una trayectoria científica muy brillante.

-Sí. Incluso en el pasado, en el que había dificultades, y ahora con alguna menos, ha habido mujeres con una buena carrera científica. Probablemente les cueste más que a un hombre, pero hay cosas que están cambiando. La trayectoria hoy por hoy es positiva de apoyo a la ciencia en general y a la mujer en particular. Cuando hablas con los chavales en los institutos tienen muy claro que la ciencia es una cosa de personas, no de hombres o de mujeres. Esa barrera de sexismo implícito está cayendo.

- ¿Qué mujeres pondría de ejemplo?

-Dos referentes que se pueden usar. Uno es Jane Goodall, una mujer que contra viento y marea se fue a África hace 60 años a trabajar con chimpancés, y tiene todos lo premios del mundo y es una referencia. Y en España, está María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, científica de absoluto nivel, reconocida en todo el mundo, con familia, que es una persona que, además de hacer ciencia, está muy implicada en esta lucha.

- Una lucha que continúa.

-Sí. No solo en el mundo de la ciencia, sino en la propia sociedad, debemos procurar que sea más igualitaria, con los permisos de trabajo, las labores de casa, etcétera.

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