Se han llevado a los asturianos del monumento al Carmín de Les Campes, en la Pola. Pero su ausencia está justificada y será temporal. Una empresa los ha retirado para darles un lavado de cara y ponerlos a punto, pues las esculturas sufren algunos desperfectos. Además, es necesario retirarles el óxido. Aún no ha sido presupuestado el coste de la intervención para rehabilitar estas esculturas ni se conoce el tiempo de ejecución.
Los bailarines del monumento al Carmín son un símbolo muy poleso que se ubica en un enclave también muy identificativo para los vecinos de la capital sierense. La intención del gobierno local (PSOE) es renovar la imagen de este lugar con actuaciones como ésta, a la que se suman otras como la reparación de los bancos del entorno y recientemente se han colocado 96 bolardos en la zona de la plaza de Les Campes. También se está reforzando la señalización horizontal.
Además de cuidar el aspecto estético de esta parte del casco antiguo, de gran importancia para la Pola por su riqueza patrimonial y ser un punto de referencia y de reunión para los vecinos, el Consistorio persigue poner freno a los aparcamientos indebidos. Son numerosas las quejas vecinales por estos estacionamientos indebidos, lo que ha llevado al ejecutivo local a actuar, pues era habitual encontrarse con vehículos encima de la acera y en lugares inapropiados, generando molestias para los peatones y para los establecimientos de la zona. Estas razones han llevado a colocar los bolardos, cuyo coste asciende a 9.792 euros. Otra medida de cuidado del casco antiguo son las cámaras de control de accesos que se instalaron hace meses.
Marisalva Prieto es una de las vecinas que más adentro lleva el sentimiento de haberse criado y ser de Les Campes, por lo que está encantada con estas mejoras en la zona. Destaca que son muchos los que paran delante del monumento del Carmín para inmortalizar el momento en una foto y reconoce que necesitaban arreglo. "Veo bien que hayan puesto más bolardos", apunta e insiste en reclamar un monumento al trato de los tratantes y ganaderos, que forman parte de la historia de Les Campes. "Tengo la esperanza de recuperar su esencia", destaca.
Florencio Rodríguez reconoce que hasta la fecha, los conductores venían estacionando "donde les daba la gana porque todos queremos aparcar cerca". Para José Manuel Suárez, con los bolardos, "ahora está mejor, porque no tenías por dónde pasar". Sin embargo, Bernardino Movilla es las excéptico porque "dentro de unos días estarán rotos", así que reclama más vigilancia policial, cree que los pivotes "no solucionan nada". Paz Cantora es más negativa: "cosa más horrible nunca la vi, no me gustan nada". Dice que "falta aparcamiento en la Pola", lo que obliga a veces a dejar el coche en cualquier hueco.
