Cincuenta años después de su fundación y al cabo de poco más de dos ejercicios de su toma de control por el grupo IAN (Industrias Alimentarias de Navarra), La Noreñense sigue una tendencia creciente en su volumen de negocio (aumentó la facturación el 17% en los dos últimos años) y en el empleo, que se acrecentó el 13,2% desde 2016 hasta los 60 trabajadores actuales, el 90% de los cuales son de Noreña y la comarca.

La compañía, con más de doscientas referencias gastronómicas de platos preparados tradicionales con base cárnica (desde la llegada del nuevo accionista amplió su gama con 17 nuevas referencia), es líder en callos, con más del 70% de cuota; uno de los grandes operadores en fabada y otras elaboraciones culinarias de cuchara a partir de legumbres, y un fabricante también de referencia en albóndigas. En la actualidad elabora 100.000 latas diarias y tiene capacidad instalada para aumentar la actividad.

Aunque el grueso de su producción se dirige al mercado nacional, la empresa noreñense exporta a varios países, sobre todo a Cuba, Filipinas, Australia y Portugal.

La compra de La Noreñense a la familia Blanco Fanjul (que sigue vinculada a la compañía) por el grupo IAN (dueño de la marca Carretilla, con origen en 1875) le aportó nuevas opciones de crecimiento a la factoría asturiana.

Tras su integración en el grupo navarro, La Noreñense ha pasado a operar y envasar con la marca Carretilla, además de mantener varias de sus enseñas asturianas tradicionales (La Noreñense y El Yantar de Pepe, ésta para gama "gourmet", en la que emplea fabas con denominación de origen del Consejo Regulador), así como La Nora y otras marcas de distribuidores.

La planta asturiana elabora todos sus productos sin aditivos ni gluten y mantiene los procedimientos tradicionales con los que nació el 14 de febrero de 1969 a partir de las recetas de Delfina Fanjul, esposa de José Blanco Mencía (cofundador con Enrique Rodríguez Roza) y que la madre de Blanco, Sara Mencía (Mamina Sara), que fue la jefa de fogones en las primeras décadas, adaptó al proceso industrial.

IAN fabrica en Villafranca (Navarra) algunos platos elaborados en envase para microondas (caso de fabada y otros), además de otras gamas de platos preparados y conservas vegetales, y la anexión de La Noreñense en diciembre de 2016 le permitió ampliar y diversificar su gama y entrar en el segmento de los platos enlatados para ese tipo de elaboraciones. Un año antes, en 2015, IAN había adquirido otra empresa conservera, la también navarra Taboada, con sede en Funes y 60 años de historia, y especializada en conservas vegetales. IAN, que posee desde 1975 otra planta en Comaro (Cáceres) para aceitunas, exporta a más de 55 países de cinco continentes.

Las operaciones de compra de La Noreñense y Taboada se produjeron en el marco de la estrategia de crecimiento que emprendió IAN a partir de su adquisición en 2015 por el fondo de capital riesgo Portobello Capital, partícipe en la actualidad en quince empresas españolas de diversos sectores y que fue impulsado en 2010 por Iñigo Sánchez-Asiaín, Juan Luis Ramírez, Ramón Cerdeiras, Luis Peñarrocha y Fernando Chinchurreta para dar continuidad a diversos fondos que ya gestionaban desde 1990.