"Estos últimos años han sido muy intensos, con una dedicación casi exclusiva al deporte como lucha reivindicativa por la igualdad de la mujer y el fin del maltrato. He pasado por momentos muy duros de verdadero sacrificio personal y familiar, pero también momentos muy buenos", explicó ayer Obaya a LA NUEVA ESPAÑA desde Madrid, donde entrena.
La deportista ha desarrollado una campaña personal contra las agresiones machistas y ha destacado por apoyar la igualdad de la mujer en el deporte. Sobre el premio "8 de Marzo", asegura: "Lo acojo con todo mi cariño, pero no puedo relajarme, esta lucha ha de continuar, aún queda por hacer". La entrega tendrá lugar el próximo 15 de marzo en Nava.