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Europa empieza por Grado

"El mundo no se acaba en el pueblo, somos globales", defienden en el Instituto César Rodríguez, en un proyecto con centros de Reino Unido, Turquía, Italia, República Checa, Rumanía y Lituania

Arriba, Áurea Álvarez, Alba Cuervo, Candela Fernández e Iker García en la clase de Plástica; a la derecha, Paula Bedia y Andre Fernández, durante un trabajo, en Grado. SARA ARIAS

Siete países, siete institutos. Los europeos se hacen comunidad conociendo y conviviendo con el resto de ciudadanos de los estados de la Unión y, en ese sentido, ha jugado y juega un papel fundamental el programa educativo Erasmus+, en el que se ha embarcado el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) César Rodríguez de Grado. Junto a centros de Reino Unido, Lituania, República Checa, Italia, Rumanía y Turquía, comparten el proyecto "Written in Stone" (escrito en piedra, en inglés) en el que está embarcado este curso y el próximo un grupo de profesores y los alumnos de segundo y tercero.

"Les está aportando una manera de trabajar distinta, dentro de un proyecto, con más trabajo en equipo del habitual y tiene mucho interés, además que les está ayudando a abrirse y en marzo recibirán alumnos en casa", señala la coordinadora en el centro moscón, la profesora de inglés Sonia García Patallo. Cinco estudiantes checos y otros cinco lituanos que pasarán en la villa unos días, para lo que están preparando un programa de actividades. Y, en septiembre, los moscones irán a Reino Unido y Turquía.

Los chicos aprenden en inglés, común a todos los países, a través de la temática de los castillos y todo lo relacionado como heráldica, vida, sociedad o costumbres, entre otros; se trata desde un punto de vista interdisciplinar, desde el idioma a la historia, la plástica o la economía. El objetivo es hacer una comparativa, a través de los trabajos de los alumnos, que van compartiendo a través de una plataforma online.

Suben todo lo que van haciendo y tienen contacto con el resto de participantes europeos, lo que hace que la experiencia sea más intensa. Por ejemplo, en la asignatura de plástica, están en pleno trabajo de creación de un escudo, lo que implica que tengan que aprender los tipos, formas y significados, conectando con la Historia. Con los resultados de las investigaciones crean, bien esos blasones, o hacen vídeos, revistas o un folleto con información sobre los torreones en Asturias y los castillos en España. "Todo debe tener un fin y un uso", apunta la coordinadora.

Además de los intercambios escolares, los profesores también tienen que asistir a reuniones de trabajo para coordinar los avances de los siete institutos. Una tarea que también hacen semanalmente en el centro. Y ya están incluyendo también a los alumnos de primer curso de ESO, muy motivados con el proyecto. No es para menos, pues aprenden nuevas formas de desarrollar los conocimientos a través de proyectos, mejoran sus competencias de comunicación y dan un uso al idioma que aprenden. "Saben que tienen que abrir la mente y darse cuenta de que el mundo no se acaba en el pueblo, ni en Asturias, que somos una comunidad global y que tienen que derribar muchos estereotipos y miedos infundados", comenta Susana Martínez, profesora de plástica en el proyecto y jefa de estudios.

También les ha conectado con sus compañeros de origen rumano, de quiénes están aprendiendo su idioma, cultura o costumbres De hecho, indican que los más motivados en el proyecto son los compañeros de Rumanía y Turquía, así como lo son en general en la página web, con foros y otros proyectos escolares disponibles, en los que destacan que son los más entusiasmados: "Creo que el 70 por ciento de los comentarios en el foro son de rumanos y turcos". Y así lo demuestra la web.

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