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MARGA LLANO | Actriz, directora y productora

"Hay que hacer un producto que genere necesidad de ver teatro"

"La industria teatral es débil, porque es difícil llenar salas a taquilla en Asturias, y quizá necesite un poco más de protección"

Marga Llano.

Marga Llano fundó en octubre de 2008 Escenapache, una compañía teatral que desde entonces ha sido el vehículo de su trabajo como escritora, actriz y directora. Ahora, después de muchos años dirigiendo sus propios textos, ha decidido hacer sólo el papel de productora, con la obra de Maxi Rodríguez "Niue. Under the coconuts", una pieza de humor con altas dosis de absurdo protagonizada por Alberto Rodríguez y Carlos Mesa que se representa hoy a las ocho de la tarde en el auditorio de la Pola.

- Después de actuar, escribir y dirigir ¿Cómo se ven las cosas desde un punto de vista tan distinto como la producción de una obra ajena?

-La verdad es que en los últimos años he diversificado mucho mi actividad, no solo me dedico al teatro, también a la producción audiovisual, y estoy implicada con el cluster de la industria creativa y cultural, estoy en el consejo de Fade, y me gusta la relación con el mundo empresarial, político e institucional. Esto te hace ver las cosas de otra manera, y relativizar mucho el mundo teatral, que es una burbuja muy endogámica. En este sentido, la producción me gusta, como actividad empresarial. Del mundo creativo no voy renunciar. Voy a escribir siempre, actuar siempre y dirigir siempre. Pero el resto de las cosas me gustan muchísimo. Quizá es porque tengo vicio de trabajar.

- Siempre se habla de la dependencia que el teatro tiene de las subvenciones.

-Ahora sí lo vamos a estar, después de que se haya cerrado el circuito asturiano de teatro. Ahora dependeremos de una línea de subvención. Pero subvenciones tiene que haberlas en el teatro, son necesarias aquí como en cualquier otro sector. En ningún otro se discutiría el interés y lo positivo de que existan subvenciones.

- Pero está la fortaleza de la industria.

-Quizá es verdad que la industria teatral es débil porque depende mucho del cliente-público. Es difícil llenar salas de teatro a taquilla, y más en una región como Asturias. Quizá necesite un poco más de protección, pero no deja de ser cultura, que es un derecho al que todo el mundo debería tener acceso, ya sean niños o adultos, de la zona urbana o del entorno rural. Otra cosa es que la industria teatral tampoco se puede dormir en los laureles y estar de brazos cruzados esperando a que le venga una subvención, o creando orientado a una subvención.

- ¿Cuál es la clave, entonces?

-Hay que generar un producto que sea atractivo y generar la necesidad en el público de ver teatro. Y hay que concienciar también a las instituciones. Creo que debería haber más relación entre las instituciones que gestionan la cultura y los sectores que producen cultura. Es la forma que los sectores se puedan desarrollar. Ahí está el quizá de la cuestión. Los empresarios ya no son los de la revolución industrial en Inglaterra. La mayor parte de los empresarios somos autónomos, nos levantamos muy temprano por la mañana, con muchas preocupaciones, con pocas garantías y protecciones, y mucha incertidumbre. Para que una región se desarrolle tiene que haber apoyo al tejido industrial. Debemos ver que todos estamos remando hacia el mismo sitio. La coyuntura económica sabemos todos cuál es y no estamos para andar haciéndonos la competencia unos a otros.

- Hablemos de la obra. En esta ocasión, no es un trabajo suyo. ¿Es un cambio en Escenapache o cree que sigue su línea?

-Sin traicionar el estilo propio de Maxi Rodríguez, ha encajado muy bien en lo que son nuestras producciones. También es verdad que trabaja con Alberto y con Carlos, que llevan bastantes años trabajando conmigo. Maxi tiene su personalidad como director y como autor pero es un teatrero de los pies a la cabeza y sabe adaptar su actividad a la línea de la compañía. Y a nosotros nos encaja muy bien porque es humor absurdo, y un texto muy ágil, muy bonito, de lo que más me gusta de lo que le he visto en los últimos años. Hay unos rasgos comunes, y por eso llamamos a Maxi. Pero el no traiciona su estilo ni su escritura. Ha tenido libertad. Los actores han trabajado muy a gusto con él. Todos estamos muy a gusto con Maxi, lo queremos, y esperamos que a pesar de las circunstancias del circuito asturiano podamos representarlo mucho en Asturias e intentarlo también fuera de Asturias.

- ¿Actuar en la Pola es especial?

-A mí me gusta mucho la Pola, y hay que decir que la Fundación Municipal de Cultura siempre nos ha dado oportunidad de representar las obras no solo en la Pola sino también en Lugones. Ramón Quirós siempre ha sido muy considerado, como lo es con todos los creadores de Siero.

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