El sistema de control de tráfico por cámaras del casco antiguo de la Pola se aplicó el pasado jueves por primera vez de forma oficial, tras varias correcciones y ajustes para evitar errores técnicos, y de lo recogido por las cámaras han resultado, tan solo en esa jornada, 132 denuncias, según expusieron ayer el alcalde de Siero, Ángel García, y el jefe de la Policía Local, José Enrique Fernández.

El regidor señaló que el sistema ha estado activo desde finales del mes de enero, y las cámaras recogieron imágenes de los vehículos que pasaban, pero no se impusieron sanciones porque estaban en marcha ajustes para corregir la duplicidad o triplicado de imágenes de un mismo vehículo, la lectura incorrecta de las matrículas y otros problemas con que se encontraron a la hora de aplicar el sistema.

Concretados ya los ajustes, el jueves comenzó ya la aplicación de la normativa en la zona, y se tomaron las matrículas de los vehículos para hacer propuestas de sanción. De esta primera jornada salieron las 132 denuncias.

El sistema informático tiene registradas las matrículas de todos los vehículos autorizados, de residentes o personas que acudan habitualmente al casco antiguo en sus vehículos, por uno u otro motivo, y que hayan solicitado el permiso para circular por estas calles vetadas al tráfico general. Contra lo que se dijo en un primer momento, que el sistema multaría automáticamente a los vehículos infractores, lo que ocurre es exactamente lo contrario: el sistema evita que las matrículas autorizadas queden registradas, y solo aparecen aquellas que no tengan el permiso en regla.

A continuación, un agente de la Policía Local estudia las imágenes para comprobar que, efectivamente, los vehículos que aparecen estaban incumpliendo la normativa, bien por carecer de permiso o por ocupar la vía en un horario que no les esta permitido. Si el funcionario constata que es así, hace la denuncia, o propuesta cuyo expediente se tramitará en el área municipal de Obras y Tráfico y que, finalmente, derivará en una multa de 80 euros, que el infractor podrá reducir a la mitad si la abona en los veinte días siguientes a la recepción de la sanción.

El Alcalde señaló que la intención del equipo de gobierno es tramitar lo más rápidamente las sanciones, precisamente para evitar que los conductores sigan quebrantando la normativa y ocupando con sus vehículos las calles del casco antiguo.

El afán del equipo de gobierno, según el regidor, no es recaudatorio. La idea es que las multas disuadan cuanto antes a los conductores que carecen de permiso de atravesar la zona y que las calles del casco antiguo sean realmente peatonales.