La biblioteca de Noreña vuelve a estar en funcionamiento. Tras una reforma que costó 50.000 con cargo a las inversiones del remanente, pactadas por el equipo de gobierno (IPÑ y Foro) y Conceyu Abiertu, ayer los niños volvieron a disfrutar en las instalaciones del piso superior de la Casa de la Cultura. Allí, además del acto protocolario, se desarrolló un taller guiado por la editora Ester Sánchez, en el que los pequeños introdujeron papeles con títulos inventados de libros y poesías, dentro de unas bombillas. "La biblioteca ilumina al pueblo", señaló simbólicamente la alcaldesa Amparo Antuña.
La remozada biblioteca ha ampliado su espacio, "después de 20 años sin grandes intervenciones", tal y como señaló Pelayo Suárez, edil de urbanismo. Además, según confirmó la concejala de Cultura, Pilar Cuesta, está previsto que se celebren allí actos por el día de la lengua materna de la mujer, del libro infantil y del libro en general.
Cuesta también quiso destacar que "cuantos más libros, más libres". Precisamente, de esa libertad gozaron varias decenas de niños que ayer correteaban, pintaban y jugaban en la biblioteca, que cuenta con 2.207 socios y más de 18.000 libros.
"¿Cómo que tonto el que lo lea?, ¿quién lo puso?", preguntaba Ana González, concejala de Festejos, a los pequeños que pintaban en las nuevas pizarras.
"No, será tonto el que no lee", bromeaba Pilar Cuesta. Así, entre risas y alegría se inició la andadura de la renovada biblioteca municipal.
