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El hotel Castiello de Selorio recupera la licencia que el Alcalde le retiró en 2016

La dueña, que denunció a Alejandro Vega por prevaricación administrativa, lamenta los daños patrimoniales, económicos y morales causados

Exterior del hotel, que recupera su actividad. R. M. M.

El hotel Castiello de Selorio (Villaviciosa) volverá a celebrar bodas esta primavera, tras recuperar la licencia que les fue retirada en 2016. Esta situación, que está en los tribunales, les obligó a interrumpir su actividad durante más de dos años. Las quejas de algunos vecinos por ruidos derivó en la clausura del establecimiento, lo que obligó a cancelar las 27 bodas que tenían ya contratadas y 5 en trámites.

Más de 4.000 personas se vieron afectadas por esta situación, lamenta su propietaria, quien logró convertir a su hotel en un lugar de ensueño para celebrar un evento recomendado por las principales revistas de moda del país. El cierre de las instalaciones supuso un daño económico y patrimonial, según manifiesta, que también repercutió en la actividad económica de la zona, pues varios negocios del entorno se veían beneficiados de las bodas que se organizaban en este antiguo caserón del siglo XVIII, que rehabilitaron hace 20 años y les supuso una gran inversión.

Por lo que ahora tocará reflotar un negocio que estaba en auge y que se había hecho un hueco en el negocio nupcial español. En su hotel también se alojaban turistas de distintos puntos del país y también extranjeros. Destacan que pusieron a Castiello de Selorio en el mapa, pues consiguieron ganarse a los principales críticos nacionales y un reconocimiento dentro del sector.

La propietaria insiste en que cuando en 2001 iniciaron la actividad como hotel se les concedió la pertinente licencia y, según explica, este permiso le ampara para celebrar eventos. No hay una licencia como tal para bodas y eventos, dice. Llevaban unos diez años organizando bodas y no les iba nada mal el negocio hasta que surgieron estos problemas, que tanto les están afectado.

La emprendedora afectada critica la -considera- inseguridad jurídica que crea a un empresario cuando un alcalde puede quitarte la licencia legalmente concedida. Desmiente al regidor cuando él afirma que carecían de estos permisos para la celebración de eventos y de la licencia obras para la construcción del pabellón donde organizan los banquetes. Se cansa de enseñar la documentación donde consta que en 2001 le fue concedida la licencia del hotel. Además destaca que al tratarse de actividades clasificadas tuvo que tener el visto bueno de la consejería de Medio Ambiente.

La propietaria argumenta que los vecinos de los que partió la denuncia no viven de continuo en la zona y que como el resto de los residentes se encuentran demasiado lejos del hotel como para que les puedan molestar la celebración de estos eventos, que tenían lugar los sábados, en la época de primavera y verano. Además, esgrime que en el caso de que puntualmente hubieran superado los decibelios permitidos tendría que haber derivado en una multa por exceso de ruido, pero no en la clausura del hotel. Por lo que considera que la situación vivida ha sido un despropósito.

Los dueños de Castiello de Selorio explican también que para la legalización del pabellón donde celebran los banquetes les exigieron poco más que colocar un cartel con el aforo permitido, que apenas les llevó unos minutos colgarlo, pero critica que en el Ayuntamiento tardara casi tres años en tramitar la licencia, cuando se podía haber resuelto en unos meses, reitera la afectada.

Recuperaron las licencias un día antes de que la afectada presentara una querella criminal contra el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega (PSOE), que el día 8 declaró por presunta prevaricación administrativa en el Juzgado de Villaviciosa. Critica al regidor porque en todo este tiempo no ha querido recibirle, subraya, e insiste en desdecir la versión de Vega, muy distinta. Incluso la empresaria afectada niega que el primer edil maliayés interpusiera a su vez una querella criminal contra ella por supuestas calumnias, como él afirma.

El proceso judicial, que se aventura largo, se encuentra en estos momentos en fase inicial, de diligencias previas. Mientras se resuelve y se determinan en el juzgado las posibles responsabilidades, el hotel Castiello de Selorio recupera la actividad acogiendo de nuevo bodas con encanto. El objetivo de sus dueños es volver a ser un referente en la celebración de eventos a nivel nacional.

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