Las asociaciones asturianas del Camino de Santiago reclamaron ayer en Pola de Siero al Principado y a los Ayuntamientos un mejor mantenimiento de las rutas. Piden que se conserven en buen estado, que no estén embarrados y que se evite que surjan dudas sobre por dónde continúa el peregrinaje. También exigen dotar de mayor seguridad el tránsito por algunos tramos que transcurren por carretera. Algunos de estos ejemplos se encuentran entre Berbes y Caravia, a su paso por Ribadesella, por ser una vía demasiado estrecha, o en Grado, a la altura de Peñaflor, porque en la localidad confluyen dos carreteras y las vías del tren.

Esas fueron las demandas principales que ayer se pusieron sobre la mesa en el encuentro de colectivos asturianos de la Agrupación de Asociaciones Amigos del Camino de Santiago de Norte, que agrupa también al País Vasco, Cantabria, Galicia y la Cofradía del Apóstol Santiago de Oviedo.

El presidente de esta agrupación, Laureano García, destacó el incremento de peregrinos. En concreto, estima que el aumento fue del 10% el año pasado con respecto a 2017 en el camino primitivo, porcentaje aún mayor en el caso de la costa. Calculan que por el número de personas que recorren las tres rutas (las dos citadas y la del Salvador) supera las 40.000. Datos que se refieren únicamente a las que se alojan en albergues, por lo que a esta cifra habría que sumar las peregrinaciones de fin de semana o quienes se alojan en otros establecimientos.

Mari Lar González, vicepresidenta de la agrupación, pide relevo generacional en las asociaciones, para que sea un reflejo del porcentaje de jóvenes que transitan por el camino.

Otra demanda por la que pelean desde hace tiempo y le hacen al Principado es regular los albergues, tanto los privados como los que no tienen ánimo de lucro, pues ahora se encuentran en un limbo jurídico. Su aumento ha sido importante en los últimos años.