Han pasado más de treinta años, y en algunos casos hasta cuarenta, pero la jornada de ayer dejó claro que lo que une el piragüismo queda ligado para siempre. Ayer, 55 expiragüistas asturianos se reunieron en Candás para recordar anécdotas y rememorar competiciones y entrenamientos, de la mano del organizador, Carlos Cotera, de Avilés.

"Lo mejor del encuentro es la amistad que hay de muchos años y que, aunque ya no somos piragüistas, sigues teniendo esos afectos y ese cariño, todos nos abrazamos al llegar", comentó Ángel Menéndez, asistente y dueño del restaurante en el que celebraron la comida. Primero disfrutaron de un vermú al aire libre, y luego pasaron a la mesa, donde degustaron ensaladilla de centollo, calamares frescos y merluza rellena.

"Es una alegría volver a verlos después de tanto tiempo, gente contra la que competías pero a la que te une un tema, el piragüismo", señaló Rufino Juan Álvarez. Y las anécdotas no pararon de brotar a lo largo del día. Luis Echevarría, José Antonio Fernández, José Alfredo Martínez y Enrique Fernández rememoraron los duros entrenamientos en la ría de Avilés, "cuando más porquería había". "Aquello tenía sustancia", bromeó al respecto Fernández.

Y entre los asistentes se podían sumar títulos y campeonatos como para parar un tren. "Casi todos, si no todos, fueron campeones de España en alguna modalidad", destacó Ángel Menéndez. Entre ellos, su hermano, el olímpico Herminio Menéndez. "Este encuentro es fantástico, son muchos años sin vernos y el ambiente es muy bueno; la rivalidad siempre se quedó en el agua, fuera somos una familia", comentó.

También el deportista español con más campeonatos de España a su espalda, Víctor Manuel García Menéndez. Un total de 29 títulos en canoa, siendo el primero en acudir a un campeonato del mundo, en el que quedó séptimo: "Abrimos el camino a David Cal", dijo con sorna, pero algo de razón tiene. Fueron pioneros en practicar un deporte que a día de hoy es de los más destacados de Asturias.

Cotera intentó hace un año el encuentro sin éxito, tras una comida con otros tres expiragüistas pero hace cosa de un mes, volvió a intentarlo: "Empecé a avisar a amigos y con Gonzalo García y Angelín Menéndez empezamos a moverlo y logramos reunir toda esta gente para recordar y pasar un buen día", explicó. Aunque esperan que si hay un nuevo encuentro puedan llegar a más veteranos del remo.

El grupo disfrutó de la comida, que se alargó durante la tarde, y a buen seguro que no dejarán que pasen otras cuántas décadas en verse. "Somos de distintos clubes y competimos muchos años pero siempre nos llevamos bien, hay buena armonía entre todos", indicó Echevarría.