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Denuncian la aparición de pozos en una finca de Severies (Llanera) tras una obra municipal

"A mis nietos no les dejo ni salir", señala el vecino afectado, que calcula unos doce socavones de hasta dos metros de anchura y tres de profundidad

Arturo Fernández, ayer ante uno de los socavones de su finca. A. F. V.

Un vecino de la localidad llanerense de Severies denuncia que desde que desde hace dos años el Ayuntamiento reparó la carretera que discurre a unos metros de su casa prado arriba, en su finca no han dejado de proliferar los pozos. El afectado, Arturo Fernández, achaca estos hundimientos a "la gran cantidad de agua que baja desde el monte y que la calzada no frena, por no tener desagües. Ahora mi prao es un peligro. Tengo que tener mucho cuidado con los animales, y a mis nietos no les dejo ni salir aquí". El impacto de la muerte de Julen en Totalán (Málaga) tras caer por un pozo más de 70 metros sigue muy presente.

En estos dos últimos años, la finca de la casa de Fernández se ha quedado como un queso gruyer: a lo largo y ancho de su terreno, de varias hectáreas, se cuentan una docena de pozos. "Todos han aparecido en época de lluvias", asegura el llanerense, sobre los boquetes, con diámetros que llegan a superar los dos metros de anchura y a tener una profundidad de tres metros.

Para evitar "cualquier desgracia", Fernández ha señalizado y protegido cada uno de los socavones. "Si se me cae una vaca o un caballo ahí, se me fastidia", advierte el afectado, que extrema las precauciones cuando se trata de sus nietos: "Cuando vienen no les dejo ir por el prao. Puede haber una fatalidad".

Además de los riesgos que supone la inestabilidad del terreno, el llanerense también encuentra "muy problemático" darle una solución a esos socavones. Considera que lo lógico sería taparlos con piedras, pero cree que puede ser prácticamente "inviable" desde un punto de vista técnico. "Dudo que pueda entrar un vehículo pesado para traer el material. Podría hundirse o haber un accidente", teme.

Con la intención de atajar, al menos en parte, esta situación, Fernández considera que el Ayuntamiento debería construir una canalización para el agua en los márgenes del camino que lleva de Severies a El Merón, al que culpa de estas corrientes de agua. "Así, al menos, el problema iría a menos", propone el vecino.

El llanerense asegura haber transmitido esta necesidad al gobierno local. Y también haber recibido una respuesta favorable. "Pero hasta ahora, nada. Vega (por José María Vega, concejal de Obras de IU) me dijo que confiase en su palabra. Ahora no tengo nada por escrito y él no ha cumplido con su palabra", denuncia Fernández.

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