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Siero

Un alcalde por su propia voz

Enrique Medina recoge en un libro la trayectoria del último alcalde de la época franquista en Siero, Julio Fernández Noval, narrada por el propio exregidor en largas conversaciones

Julio Fernández Noval con Pacita Vigil, "La Guaxa". REPRODUCCIÓN DE MANUEL NOVAL MORO

El escritor y periodista Enrique Medina se empeña desde hace años en dejar testimonio del paisanaje del concejo de Siero, especialmente de la Pola, en libros y revistas. El último episodio de su andadura es un libro sobre el que fuera el último alcalde del franquismo, Julio Fernández Noval. "Me surgió la idea de hacer algo sobre los alcaldes de Siero y decidí empezar por él", señala Medina.

El libro se titula "Memorias y confesiones de un alcalde de Siero. Julio Fernández Noval", y Medina lo terminó tras sostener largas conversaciones con el exalcalde, y después de cotejar con dedicación en el Archivo Municipal fechas y actos para que los datos fueran lo más fidedignos posible.

Medina asegura que a Fernández Noval le tocó ser alcalde "en una época muy difícil", en la que "había muy pocos medios y para conseguir algo había que desplazarse a Madrid". Y, además, entonces los alcaldes no cobraban. "Él mismo reconoce que para él aquella época fue una ruina".

El libro está escrito en primera persona, con las palabras del exalcalde, que casi al principio del relato confiesa que entró en la política sin proponérselo. "Jamás había pensado en dedicarme a la política", asegura.

Abogado de profesión, Fernández Noval recibió un día la propuesta de ser alcalde de boca de Salvador Fuente y Manuel Arregui, y se llevó una sorpresa. "Sinceramente, creí que era una broma", dice; pero no lo era, y en un principio dijo que no. Posteriormente, tras mucha insistencia, aceptó, pero por un tiempo breve, hasta que encontrasen otra persona. Fue elegido alcalde en 1970. Y ese mismo año fue diputado por el partido judicial de Siero.

Entre sus primeras actuaciones se cuenta la planificación urbanística del concejo, con la elaboración de unas normas subsidiarias. Fue en su época cuando se construyó la primera gran superficie comercial del concejo, el PRYCA, el actual centro comercial Azabache, en Viella, y también el acuartelamiento Cabo Noval, en La Belga.

La trayectoria de Julio Fernández Noval se cruzó con la de personajes de toda índole, desde populares hasta nobles.

En 1971, por ejemplo, acompañó como alcalde a Pacita Vigil, "La Guaxa", a visitar a Francisco Franco y su mujer, Carmen Polo, a Covadonga, y también le tocó tramitar una petición en la que se proponía al Ministerio de Trabajo la concesión de la medalla de oro al mérito en el trabajo, que le fue concedida por el ministro Licinio de la Fuente, quien se la colocó personalmente en un acto en el Teatro Cervantes de la Pola.

Fue también durante su mandato cuando el rey Juan Carlos I y la reina Sofía visitaron la Pola. Corría el año 1976. Fue en el transcurso de su primer viaje a Covadonga. En un principio, los reyes iban a visitar la Pola de regreso de Covadonga, pero el propio alcalde insistió en que la visita debía ser antes de ir al real sitio, y no después.

¿La razón? Que era martes de mercado, y por la mañana estaría a rebosar de gente variopinta, mientras que por la tarde solo quedarían los vecinos de la Pola. Las autoridades accedieron y, finalmente, los reyes visitaron la Pola en el viaje de ida. Tuvieron un recibimiento multitudinario en las calles de la localidad. Hasta el punto de que hubo un momento en el que, ante la avalancha de gente, el propio rey estaba preocupado. Pero, finalmente, comprobó que era un recibimiento afectuoso y todo transcurrió con alegría.

La Casa Real le enviaría posteriormente un telegrama a Julio Fernández Noval agradeciendo "la gran acogida que dio a los Reyes en la villa de Pola de Siero".

También recuerda el exalcalde la visita de Manuel Fraga en 1978, ya redactada la Constitución Española, cuando encabezaría la candidatra de Alianza Popular (lo que más tarde sería el PP) en España. Fernández Noval le había propuesto a Manuel Fraga una concentración parcelaria.

Otro episodio importante en la trayectoria del alcalde fue la construcción de un horno de cal de la empresa Mersa en Lugones. La compañía había solicitado permiso para un horno refractario y obtuvo la licencia municipal, pero finalmente construyó un horno de cal, que era mucho más contaminante, y el pueblo de Lugones protestó airadamente. El alcalde se puso de su parte y firmó un decreto con unas duras medidas correctoras, que fue llevado por la empresa a los tribunales. Pese a las presiones, finalmente, con el propio alcalde de abogado de la causa, Siero ganó el pleito.

Estos son solo algunos de los episodios de la vida de Fernández Noval como alcalde de Siero que aparecen en el libro.

Asimismo, están sus antecedentes familiares, en los que se destaca a su abuelo José Noval Martínez, "Siero", autor de Les Comedies de Valdesoto.

No falta tampoco un capítulo dedicado a los bolos, una de las grandes aficiones del exalcalde sieremse. Y Medina publica en un apéndice datos recogidos en el archivo sobre toda la trayectoria de Julio Fernández Noval. El último pleno que presidió se celebró el día 14 de marzo de 1979.

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