Bea Casielles, responsable junto con Jonathan Álvarez del restaurante La Manduca de la calle El Acebo de la Pola, participaba por primera vez en el concurso de tortillas organizado entre los hosteleros por el Ayuntamiento de Siero y la Asamblea Gastronómica de la Pola, y salió ganadora. El premio, concedido por los clientes de los establecimientos, la pilló completamente por sorpresa. No se imaginaba que iba a estar tan arriba al primer intento. "Cuando lo vi no me lo podía creer, me llevé una alegría enorme", relata.
Su propuesta fue una versión de una tortilla que suele hacer en su casa. Una tortilla sin cebolla, con la patata bien pochada y hecha a fuego lento, y a la que añadió cebollino, nata y bacon. Con experiencia en hostelería, Bea Casielles se decidió a dar el paso y abrir el establecimiento en noviembre de 2017. Desde entonces, no había tenido ocasión de participar en ningún certamen, y ahora tiene intención de estar en todos. Porque no sólo es la victoria, sino la buena acogida que ha tenido la iniciativa del concurso. "Hicimos 20 tortillas de 12 huevos, y salieron 135 pinchos, me habían dicho que el concurso estaba muy bien, pero no me esperaba tanto, me impresionó", aseguró.
Por su parte, Roberto Cueto, cocinero de la sidrería La Terraza, de Les Campes, se ha vuelto a llevar el primer premio del concurso de la tortilla tradicional de sardines salones. Ya lo había ganado en 2017. Se llevó "una gran alegría, porque es un reconocimiento a todo el trabajo que lleva, y por el valor que se le da aquí en la Pola". El trabajo no es poco. Solo desespinar las sardinas le llevó 50 minutos. Y después hay que caramelizar la cebolla, y cuajar los huevos a fuego lento, de tal manera que ni quede demasiado suelta ni se seque. Todo un arte.
