La Policía Local de Llanera comenzó ayer una campaña de control del microchip identificativo en perros. En una veintena de controles realizados, los agentes abrieron dos expedientes sancionadores, uno en la zona rural y otro en entorno urbano. Además, también detectaron un can abandonado en Bauro: "El de los animales es un quebradero de cabeza para la administración".
Los perros son un problema creciente para Policía Local. Sólo en 2018 Llanera gastó más de 40.000 euros en hacerse cargo de animales errantes. Actualmente, el Ayuntamiento tiene bajo su custodia 34 canes a los que busca familia de adopción. En octubre organizó un campaña en Posada de la que salieron seis adopciones. Ahora han abierto una página en Facebook ("Adopta, ayuda a un amigo"), con el mismo fin.
La Policía también percibe esta problemática. Reciben una media de dos llamadas diarias relacionadas con animales. En buen parte de ellas, los protagonistas son perros. Y en una amplia mayoría, "tres de cada cuatro", no tienen microchip.
Por este motivo, para concienciar a la ciudadanía, el Ayuntamiento inició ayer una campaña de control del microchip que se prolongará hasta la semana que viene. "El objetivo es que la gente asuma que debe tener a los animales identificados", explican fuentes municipales.
En el primer día se realizaron una veintena de controles, tanto en núcleos rurales como urbanos, que se saldaron con dos expedientes sancionadores. Uno de ellos tuvo lugar en una finca de la parroquia de San Cucufate, en la que había hasta siete perros. Algunos de ellos estaban sueltos y saltaban a la carretera.
"Éste es uno de los principales problemas. Los perros invaden el camino y ocasionan molestias a viandantes o cicloturistas. También, dado el caso, puede haber un ataque o pueden ocasionar un accidente", explica José Antonio Fernández, uno de los jefes de servicio de la Policía Local. En este caso los agentes pasaron el lector de microchip al único de los perros que se dejaba coger. El resultado fue negativo. Los policías trataron de contactar con el propietario de la finca, pero aparentemente no había nadie.
"El propietario de estos animales es reincidente. Lo que haremos será abrir expediente y que los servicios jurídicos del Ayuntamiento determinen la multa", explica Fernández sobre una sanción que, según la ordenanza de tenencia de animales, iría de los 120 a los 600 euros.
A escasos metros de aquí, los agentes se topan con otro perro en medio de la calzada. Preguntan en la casa más próxima y, aunque reconocen que el animal frecuenta la zona, aseguran que no es de su propiedad. "A veces está por aquí y otras desaparece", asegura la vecina. Nuevamente, el animal carece de chip.
"Como supuestamente esta familia no es la propietaria, lo que se hace es avisar al servicio de recogida de animales", apunta Fernández sobre el futuro del animal, que pasará a estar bajo custodia del Ayuntamiento.
Afortunadamente, encuentran muchos casos de propietarios responsables. Es e lcaso de Ricardo Vázquez, con varios canes en su posesión y totalmente al día. "Es básico. Aunque sea por tener todo en orden en caso de un accidente", explica el llanerense, que remata: "La población debe concienciarse".
