No habrá cortes de cinta, recepciones multitudinarias ni fuegos artificiales para los grandes proyectos de Siero. La convocatoria de las elecciones generales impide la celebración de actos de inauguración y las campañas de propaganda desde las instituciones hasta el 27 de mayo, justo después de los comicios municipales. De esta manera, ni la nueva estación de autobuses de la Pola ni el centro de servicios municipales ni la rotonda de El Castro, los dos últimos en Lugones, podrán ser abiertos a bombo y platillo por el equipo de gobierno, como seguro que les hubiese gustado.
El pasado mayo, con bastantes meses de obra del polivalente por hacer, el gobierno local consiguió aprobar en el Pleno una modificación de crédito que incluía una partida de 433.000 euros para adquirir parte del mobiliario del futuro edificio de servicios de Lugones.
Esta decisión fue muy criticada por los grupos en la oposición, que acusaban al PSOE de querer apurar al máximo los plazos para tener listo y en servicio el edificio antes de este mes de mayo, cuando ya se sabía que iba a haber elecciones municipales.
Ahora pueden estar tranquilos. El principal proyecto del mandato de los socialistas en el concejo, que comenzó a levantarse en abril de 2017 y que ha supuesto una inversión de 4,62 millones de euros -sin contar mobiliario ni urbanización-, no podrá ser explotado por los socialistas durante la campaña electoral.
O, al menos, no tanto como les gustaría. Porque lo que sí podría hacer el ejecutivo sierense en caso de que el edificio entre en servicio antes de las elecciones es realizar anuncios informativos al respecto, para informar a la ciudadanía de los cambios o novedades en servicios municipales.
La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), la misma que impide las inauguraciones, sí permite hacer aquellos anuncios que resulten imprescindibles para el interés público o para el correcto uso de los servicios públicos. Eso sí, la norma insiste: sin connotaciones electoralistas ni atribuciones a los poderes públicos.
Lo mismo ocurrirá con la glorieta de El Castro de Lugones. Si el edificio de servicios era la gran apuesta del PSOE para la localidad en el mandato iniciado en 2015, este es, sin duda, el proyecto más demandado por los vecinos. Con una inversión de 349.308 euros en la obra y 359.797 en expropiaciones, la rotonda promete descongestionar el tráfico en la zona norte de la localidad.
Se estimaba que la infraestructura pudiese entrar en servicio el pasado mes de febrero, si bien los trabajos no han llevado el ritmo deseado y, a día de hoy, todavía no se intuye ni su contorno. Los residentes tienen puestas todas sus esperanzas en que esta infraestructura sirva para evitar atascos en la entrada a la localidad desde la "Y" y la carretera vieja de Gijón.
La tercera gran obra que no llegará por poco es la nueva estación de la Pola. La guinda del pastel en la renovación del entorno del Paraguas de Sánchez del Río no podrá ser inaugurada con tintes electoralistas, como a buen seguro hubiese gustado al PSOE.
Esta actuación, que contó con un presupuesto de 774.946 euros, es, sin duda, una de los más importantes del actual mandato en la Pola. Se espera que el tiempo que le queda para finalizar pueda contarse en semanas.
La remodelación total de la estación de buses era muy demandada por los vecinos, que se quejaban de que el anterior edificio, por su recovecos en la planta baja y por las personas que lo frecuentaban, generaba inseguridad entre los viajeros. Tanto es así que muchos afirmaban preferir esperar el autocar a la intemperie.
Por el camino, el PSOE ha hecho otras actuaciones de gran calado económico y social, como el bulevar de Lugones, la instalación de cámaras de videovigilancia en diferentes localidades, la reparación del Paraguas de Sánchez del Río en la Pola o la renovación de arterias principales de la villa, como Alcalde Parrondo. Sin embargo, por las fechas en las que se produjo no se les dio el bombo que casi seguro se les daría hoy.
