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El hockey de élite se asienta en Grado

"Somos una piña", dicen la portuguesa Marta Vieira y la gijonesa Silvia Cadrecha, jugadoras del Asturhockey, que disfrutan de una vida tranquila y dedicada al deporte en la villa

Marta Vieira y Silvia Cadrecha, en su piso. S. ARIAS

Todo el día a vueltas con el hockey. Silvia Cadrecha y Marta Vieira son dos de las jugadoras del equipo senior femenino del Asturhockey de Grado que disputa la liga Senior Femenina. Asturiana y portuguesa, llevan desde el pasado verano residiendo en Grado y viven su deporte las 24 horas del día. Son jugadoras y entrenadoras en otros municipios, a los que llevan su pasión por los patines. Del polideportivo a casa, al gimnasio o a la sede del club. "Me tiraba un poco el volver a casa, buscar un club con un ambiente familiar y estoy muy contenta", asegura la gijonesa.

Comparten piso en la villa moscona, en el mismo edificio con otras jugadoras, una de ellas argentina del equipo junior que está con su madre, y con uno de los chicos del equipo, también de Argentina. Allí conviven en distintos pisos, donde hay muy buen rollo, aseguran ambas jugadoras, que llegaron al club pasada la pretemporada.

"Había firmado por un club en Cataluña, donde estaba jugando, pero en agosto se quedaron sin patrocinador a una semana de la pretemporada", recuerda Vieira, vicecampeona del mundo y campeona de Europa e internacional con la selección portuguesa. Y el Asturhockey no podía dejar escapar un palmarés así: "Quedé con Mónica Muñoz, la delegada, y me convenció", resume la joven de 22 años.

A Cadrecha, gijonesa y doble campeona de Europa, también le atrajo volver a casa después de años compitiendo en Cataluña. "Me tiraba volver y buscar un club familiar, y también vivir en un pueblo", dice la jugadora, de 26 años y licenciada en Psicología. Y esa vida tranquila se la ofrece la villa moscona, donde están viviendo encantadas. No hacen mucha vida social y de ocio porque están plenamente dedicadas al hockey. Pero a ambas les gusta Grado y están muy contentas con la gente que han conocido, aunque toda vinculada al deporte que practican. Y se ríen.

Donde sí se dejan ver es por la sede del club, en el bar El Mercao, donde es habitual que vayan a comer y cenar, así como a tomar un café, si cuadra, con el resto de chicas del equipo, antes de los entrenamientos. "También con las junior, tenemos un grupo unido como una piña", señala la jugadora portuguesa, que este año ha comenzado a trabajar como representante de jugadores.

Las dos deportistas luchan con el equipo por subir a OK Liga esta temporada. Un objetivo factible para el conjunto moscón. Y también trabajan y luchan por ser reconocidas, en sueldo y trato, a los hombres. "Estás haciendo hockey femenino del más alto nivel pero es como si no fueses profesional; te entregas mucho y al final te disgustas porque no ganas para vivir de ello", sostiene Cadrecha.

Por eso, el pasado viernes realizaron un pequeño acto reivindicativo en conmemoración del día internacional de la mujer. Con pancartas reclamaron la igualdad de derechos respecto a las categorías masculinas.

Con todo, ambas están muy felices de vivir en la villa y tienen pensado seguir, por lo menos, una temporada más. Jugadoras de hockey del más alto nivel, las nuevas vecinas del concejo moscón.

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