El futuro del saneamiento de los tres bloques de la calle Carlos Albo Kay de Candás apercibidos de sanción por el Ayuntamiento por no conectarse a la red general depende de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. La solución técnica propuesta por los vecinos exige el visto bueno del organismo, por requerir la construcción de una tubería en la misma canalización del río Rita, que discurre por la localidad.
Los vecinos, amparándose en informes técnicos, consideran que la petición de engancharse a la red de saneamiento de la calle Carlos Albo, tal y como les obliga una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) de 2016, es "actualmente imposible". Por este motivo, afirman, tampoco han encontrado un profesional que acepte realizar la obra, tras más de una docena de consultas.
Lo que sí han encontrado ahora los vecinos, tal y como aseguran, es una solución intermedia que posibilitaría llevar los residuos de las comunidades a la red de saneamiento. Para ello proponen sacar una tubería que durante unos metros iría por la misma canalización del río Rita y que, luego, se conectaría a la red de saneamiento.
Este plan, que, según los expertos consultados por los vecinos, sería técnicamente viable, requiere el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Los residentes pedirán permiso a este organismo.
El Ayuntamiento amenazó con multar a los vecinos con sanciones de entre 1.800 y 2.400 euros al mes, que se aplicarían a las comunidades, si no se enganchan al saneamiento.
