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El termómetro

"Fake news" o la vagancia del traductor

Sobre el empleo del término inglés en palabras perfectamente traducibles

"Fake news" o la vagancia del traductor

El hecho de que hasta los políticos que defienden a capa y espada el castellano frente a otras lenguas menos convenientes estén utilizando tantísimo el término "fake news" no deja de llamarme la atención.

Porque, si de verdad quieres defender tu idioma, no utilizas la lengua original porque sí para expresar términos perfectamente traducibles. Si nos ponemos en plan barrio sésamo convendremos en que si "news" significa "noticia" y el adjetivo "fake" "falso o falsa", tendremos que una "fake news" es una "noticia falsa". Así de simple.

Podríamos aducir, también, que el término "fake news" es enfático, es decir, que se utiliza para subrayar que la noticia falsa la ha esparcido alguien para hacerte daño a propósito, para calumniarte. Aun así, en este caso tenemos en castellano una palabra extraordinariamente precisa: "bulo". ¿Por qué utilizamos entonces la otra?

Tengo para mí que por dos razones. La primera es pura vagancia del traductor. Cada vez más, la gente que traduce rápido del inglés -quizá porque no domina lo suficiente el castellano- elige dejar el término sin traducir porque le resulta mucho más fácil que buscar una palabra análoga y precisa. Pones el original, y como cada vez más gente chapurrea inglés, no te rompes la cabeza y quedas como un señor.

La segunda razón es, por supuesto, política o económica (que últimamente viene a ser lo mismo). El inglés abre puertas, es el idioma del mercado, la lengua vehicular de los negocios, y quien no la domine estará abocado al fracaso en un futuro que ya está a la vuelta de la esquina. Aunque esa comercialidad del inglés sea cierta, me toca bastante las narices que se utilice este argumento para usar el inglés sin razón aparente cuando uno habla su propio idioma. Chapurrear una lengua franca sin profundizar en ella, por muy bien que quedes ante la vecina del quinto, acaba empobreciéndote.

Yo tengo amigos que son buenos traductores, y ninguno de ellos utiliza una palabra en la lengua original si encuentra una análoga en la traducida. Eso es lo que marca la diferencia. El que se interesa por los idiomas de verdad, busca las analogías, los encuentros, las excepciones. La riqueza. Quien solo lo quiere para comerciar o para quedar bien, está vaciando su mente a costa de llenar su cartera. No digo que sea mal negocio. Allá cada cual.

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