Amante de la pesca y, sobre todo, del salmón, el ovetense Eugenio González Saavedra (1957) será hoy el pregonero de la Fiesta del Regreso del Salmón (Puente de Quinzanas, 13.00 horas), en el inicio de la temporada de pesca sin muerte. Tiene claro que en su discurso pedirá racionalidad a los pescadores y rigor a la administración para el cumplimiento de la normativa en todo lo que afecte a las riberas, los cauces fluviales y las especies acuáticas. Todo es poco cuando se trata de salvar el salmón.
- Según las estadísticas el censo de salmones pasa por un momento crítico.
-Si comparamos datos con los de hace más de medio siglo, los datos son escalofriantes. En los últimos 60 ó 70 años se ha pasado de varios miles de capturas durante una temporada a los centenares de hoy en día. De tener 56 ríos salmoneros en la Cornisa Cantábrica hemos pasado a tener sólo seis o siete.
- ¿De quién es la culpa?
-Es un problema multifactorial. Hay que tener en cuenta que el salmón es un pez que nace en el río, crece en el mar y vuelve al río. Y el descenso no lo estamos viviendo sólo aquí. Se está sufriendo en prácticamente todo el Atlántico norte. Todos los factores tienen una causa común: el ser humano.
- ¿Y qué hacemos?
-Yo, que de hecho lo voy a decir en el pregón, ya no pido ni un plan especial para el salmón, que debería hacerse; lo único que le pido a la administración es que se cumpla la legislación vigente. Si se cumpliese las normativas en todo lo que refiere a la calidad de las aguas me daría con un canto en los dientes.
- ¿Con eso cree que sería suficiente?
-Sería un buen comienzo. Pero lo ideal sería un plan mucho más ambicioso controlado por la Unión Europea. Dicen que donde vive el salmón vive mejor el hombre. Hay que concienciar a la gente de que su escasez no es sólo un problema para los pescadores. Es un problema de todos.
- Y hoy los pescadores celebran la apertura de la temporada de pesca sin muerte.
-Sí. Es una fiesta que está a favor de todos y en contra de nadie. Es algo tradicional en toda la cultura ribereña atlántica. Lo hacemos desde la sociedad civil, sin políticos. Habrá gente de todo tipo y condición, pero eso en el río no importa. El río, como el monte, nos iguala a todos.
- Para aumentar el censo de salmones, ¿es repoblar la clave?
-Es un tema que genera mucha controversia. Desde luego no es algo prioritario. Se lleva haciendo desde hace muchos años y no se consiguen los éxitos que cabría esperar. Aunque hay que reconocer que en ríos donde no hay salmones es la única posibilidad. Yo sí estoy a favor de la repoblación.
- ¿Entonces la administración no debería meterse a ello?
-En tanto en cuanto no se demuestre que es la mejor inversión, creo que se debería continuar como hasta ahora. Hay entidades como Las Mestas del Narcea que están realizando un grandísimo trabajo repoblando. A lo que me refiero es que si hacemos una inversión de "equis" euros para soltar 10.000 salmones y luego sólo vuelven dos, no estamos consiguiendo gran cosa y quizás hubiese sido mejor destinar ese dinero a conseguir más kilómetros de desove en el cauce del río. Hasta que esto no esté bien comprobado, creo que es mejor esperar.
- ¿Qué me dice del cuidado de los cauces? Todos los años, tras las riadas invernales, los vecinos piden más cuidados a la administración. ¿Afecta también al salmón?
-El principal problema es que la Administración, donde mandan políticos sobre funcionarios, quiere contentar a todos. Desde un plano geológico siempre hubo y habrá riadas. Pero hay vecinos que quieren que les limpien, draguen o pongan muros en las márgenes de los ríos por intereses personales. Desde el punto de vista del salmón no es un problema, porque la propia naturaleza mantiene los ecosistemas haya riadas o no.
- ¿Qué le pide a los pescadores?
-Ante todo racionalidad.
