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Siero suma una docena de fosas comunes, pero solo dos están identificadas

"Es una cuestión humanitaria", dice la plataforma ciudadana que trabaja para señalizarlas

Fosa de San Miguel de La Barreda.

En Siero hay una docena de fosas comunes identificadas, pero solo dos están señalizadas. Una de ellas es la de San Miguel de la Barreda, donde en concreto hay dos, y cada año se celebra su aniversario con un acto que trata de recordar a los que allí están enterrados con la intención de que no se olviden tan dramáticos episodios para que no se repitan.

También se ha colocado un cartel en el Pozu Tartiere, en Lieres. Los vecinos recuerdan que a él llegaban camiones y camiones llenos de cadáveres que allí depositaron. La cifra exacta de quienes yacen se desconoce. Pero la guerra civil española dejó más fosas comunes que ahora una plataforma ciudadana pretende hacer justicia a las víctimas con la identificación y señalización, para lo que han iniciado una cuestación popular para financiar este proyecto.

"Es una cuestión humanitaria", destaca Firmu García, portavoz de esta iniciativa. Una de estas fosas es la conocida como la del Miliciano, en Feleches, porque se tiene constancia de que aquí fue enterrado un miliciano vasco durante la represión de postguerra. Se desconoce el número de personas que hay en el enterramiento del Monte Cerrón, en Sorrobín (Lieres), al igual que la conocida como la de La Revuelta El Coche, en Argüelles. En la fosa del Puente de La Casilla, en Anes, tampoco se sabe cuántas personas hay y se ha identificado, al menos a una, que es un gijonés asesinado en la primavera de 1938. En peña Careses se localiza otro enterramiento del que apenas hay información.

En Los Peñones, Lugones, junto a la carretera AS-18, se ubican otros dos, que han sido exhumados. El número de víctimas no se sabe, pero sí se ha identificada a una de ellas, que era un vecino de la localidad, que tenía 28 años cuando fue asesinado en febrero de 1939. En el Pico (El Cueto), también el Lugones, yacen un número indeterminado de muertos en combate. En la Boroñada, en El Pinal (Feleches), al menos hay enterrado, se cree, que un santanderino que pereció en noviembre de 1937. Otra fosa es la de Piedra Nidia, en Lieres, pero no se sabe cuántas personas están allí. Ocurre lo mismo en El Cerro, en Los Abedules, Lieres. Somos presentó una moción, que fue aprobada por el Pleno, para que se señalizaran estos enterramientos, pero no se ha llegado a desarrollar.

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