La cantante Tina Gorina, nacida en Albacete y formada en Cataluña, encarnará el próximo sábado, día 22, a Violetta, la protagonista principal de "La Traviata", en la representación de la ópera de Verdi en el auditorio poleso.
- ¿Qué le diría de esta ópera a alguien que nunca la hubiera visto representada?
-Le diría que seguro que le suena, que es la ópera más representada del mundo y sus diferentes números musicales son sobradamente conocidos y seguro le suenan. Su argumento está basado en la historia también famosísima de "La dama de las camelias", aquí música y literatura forman uno de los tándems más bonitos de la ópera.
- ¿Tiene algún autor favorito y alguna ópera que le guste en especial, como cantante y también como espectadora?
-No tengo una ópera favorita, tengo un montón. Bellini, Mozart, Verdi, Donizetti... Siempre que abordo un personaje intento hacerme amiga de él (o mejor ella). Todos mis personajes han estado cantados millones de veces por otras cantantes, yo intento que tengan lo mejor del compositor que las escribió y lo mejor mí, creo que eso es lo que puede hacer especial y diferente mi interpretación. En cuanto a los personajes, no puedo decir que tenga un rol preferido porque mentiría, el rol que hago en cada momento, ese es mi preferido. Hoy es Violetta Valery, de Verdi.
- ¿Hay algún aria que prefiera sobre las demás, con la que se sienta más a gusto o más realizada cantando?
-Si tengo que resaltar alguna, diría: "Canzone di Doretta" de "La Rondine" de Puccini, o "Al dolce guidami", de "Anna Bolena" de Donizeti, sin olvidarme de "Addio del passato" de "La Traviata" de Verdi, entre otras.
- ¿Cree que ha evolucionado en algún sentido la relación del público con la ópera?
-Sí, por supuesto, como todo en la vida evoluciona. Creo que ahora hay más facilidades para que todo el que quiera pueda escuchar ópera y música en general debido a las plataformas digitales, hoy es mucho más fácil acceder a lo que uno quiera escuchar.
- ¿Y el estigma de arte elitista cree que ha desaparecido o sigue vivo en parte de la gente?
-La ópera no es un arte elitista. Hoy en día todos pueden ir a ver una ópera, si quieren, porque los teatros se han abierto mucho más a todo el público con precios populares asequibles para todos. ¿Acaso ir al fútbol es barato? No, pero no hay nadie que diga que el fútbol es elitista. Yo siempre que puedo llevo a mi hijo al fútbol, y es bastante más caro que ir a la ópera. Habrá gente que prefiera ir al fútbol que a la ópera, y al revés, pero el tópico de que no se va a la ópera porque es caro y elitista ya no sirve.
- Háblenos de cómo nació su vocación por la ópera.
-De pequeña me gustaban las películas de los años 50 de musicales americanos y quería cantar como las chicas que salían en esas pelis, me fascinaban. Estudio música desde los 7 años. Empecé primero con el piano y a los 18 años con el canto lírico. Sin pretensiones. Pero mi instrumento fue evolucionando y vi que era un camino que me entusiasmaba y al que me podía dedicar, y aquí estoy, cantando como las chicas de las pelis.
- Parece un oficio duro. ¿Está de acuerdo?
-No negaré que le dediqué a mi etapa de conservatorio un montón de horas de estudio, pero cuando se es músico por vocación y no por obligación todo fluye. Ahora tampoco paro de estudiar, ya que cada rol que tengo que abordar necesita tiempo y dedicación, pero me gusta tanto mi trabajo que salir al escenario cada día es un regalo. Ser cantante también es una forma de vida, yo ya no sabría vivir de manera diferente.
- ¿Cómo ve la salud de la ópera en España?
-Hay de todo. Estoy acabando un Máster en Gestión Cultural y veo un montón de cosas que se podrían hacer para mejorar la situación, viéndolo desde otro ángulo las mismas cosas pueden verse muy diferentes, pero en general no lo veo mal. Mi insistencia sería que se apostara por los artistas autóctonos. Cuesta mucho tiempo, esfuerzo y dinero formar a un artista en cualquier ámbito, y es una lástima que en la mayoría de los teatros importantes españoles no canten ni bailen nuestros artistas estupendos formados aquí y tengan que irse fuera a buscar trabajo.
