Con la llegada de la primavera la reserva natural parcial de la ría de Villaviciosa es un espectáculo. Porreos y praderas inundables adyacentes se llenan de garzas, garcetas, agachadizas o espátulas. Las gallinetas, el ánade real y las cercetas han empezado a anidar, y pronto llegarán las cigüeñuelas. Pero lo que acaba de causar asombro y admiración a visitantes y aficionados a la observación de aves fue la llegada de un bando de diez cigüeñas blancas ("Ciconia ciconia") a la zona de los porreos de Tornón.

"Fue espectacular verlas aparecer de repente, en perfecta formación; llamaban la atención por la elegancia y organización del grupo", explica el maliayés Pedro Castro Alonso, fotógrafo y aficionado al paseo de avistamiento de aves por la ría maliayesa y su entorno.

Cada primavera es habitual la visita de una o dos parejas a la ría de Villaviciosa. Esta fue la primera vez que se ve un grupo de diez. "Normalmente la estancia es corta, se dedican a reponer fuerzas y comer. Les gustan especialmente las ranas, lombrices de tierra, lagartijas, culebras, peces e insectos. Después de descansar continúan su viaje. El cambio climático, con más calor en el sur, es posible que altere y adelante la fecha de vuelta", apunta Castro, todavía sorprendido por la llegada de un grupo tan numeroso de cigüeñas. Y afirma, finalmente: "en cualquier caso fue un avistamiento alucinante".